El presidente Gustavo Petro ha tenido que sortear fuertes escándalos en su gobierno en los dos años que lleva en la Casa de Nariño. Sin embargo, el grueso de ellos han sido privados por su entorno familiar y su círculo más cercano de colaboradores.Uno de ellos lo provocó su propio hijo, Nicolás Petro, el exdiputado de Atlántico, acusado por los presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, luego de que su exesposa Day Vásquez, le revelara a SEMANA y a la justicia en Colombia cómo el hijo del Presidente habría recibido millonarios recursos económicos en medio de la campaña de su padre, de personas de dudosa reputación. Nicolás le confesó a la Fiscalía sus andanzas, pero después se retractó.En diálogo con SEMANA, Juan Fernando Petro, el hermano del Presidente, reveló el momento en que sintió que el hoy Presidente se derrumbaba emocionalmente por cuenta de su hijo.“A Gustavo le dolió en el alma. En ese momento todavía pensaba que yo estaba metido quién sabe en qué y me dijo: ‘Cómo es que yo he estado luchando toda una vida por la corrupción y en un instante todo se me desploma porque mi propia familia está en la corrupción’. Yo le expresé: “Gustavo, no estoy metido en corrupción, estoy metido en un tema álgido de derechos humanos y de paz, y he tocado callos’”.Otro episodio que enfrentó Petro fue cuando Juan Fernando fue señalado de hacer parte del Pacto de La Picota. En otras palabras, lo denunciaron porque, al parecer, ingresó a ese centro penitenciario en Bogotá, supuestamente, a recibir dinero a cambio del perdón social. Él negó esa versión. Y dijo que hoy la Fiscalía no le tiene abierta una investigación penal por ese tema.Para Gustavo Petro la noticia no fue menor y le reclamó airadamente, narró.“Me reclamó. Eso fue de grito para arriba: ‘Cómo se le ocurre hacer esas cosas’, me dijo. Él leyó lo que salía en los medios y yo le respondí: ‘Gustavo, no hice nada de eso’. Me dijo que yo iba a terminar extraditado, que quién sabe qué negociaciones yo había tenido. Mi hermano estaba indignadísimo. Hoy no tengo investigación por eso, nunca se me abrió investigación”.Lo más triste- según Juan Fernando, quien se declara admirador de su hermano- fue cuando el Presidente le pidió a la Fiscalía de Francisco Barbosa que lo investigara a él y a su hijo.“Me dolió en el alma, y se lo dije a Gustavo. Y lo sigo diciendo y me sigue doliendo. Esto no lo sabe nadie, pero el día anterior a su petición estuvimos hablando con mi hermana a través de una llamada. Ella nos servía de puente desde Canadá. Él le hacía preguntas y ella me las formulaba, eran sobre todos estos temas”, contó a SEMANA. .Reveló que “Adriana le dijo: ‘Gustavo, Juan Fernando no tiene nada que ver con eso, no vaya a hacer ese pronunciamiento’. El caso de Nicolás fue diferente. Gustavo respondió: ‘OK, me queda más claro’. No sé qué pasó esa noche, pero al otro día pidió a la Fiscalía que me investigara. Yo se lo dije directamente a él, a la familia, él hizo lo políticamente correcto, pero lo éticamente indebido, porque nos dejó, a Nicolás y a mí, solos frente a esa jauría y el escándalo mediático. Yo hubiera esperado un poco más, me hubiera reunido con mi hermano y le hubiera pedido que me mostrara. Yo creo que fue la misma presión la que lo llevó a eso”.