La crueldad humana contra los animales llega a casos tan extremos como el de las iguanas, que son abiertas vivas para sacarles sus huevos con el fin de comercializarlos y luego cosen de nuevo su piel a sangre fría, ocasionándoles un sufrimiento prolongado y daños irreparables.
Esta es una de las causas de ingreso de especies silvestres al Hogar de Paso de Corantioquia (Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia) donde en lo que va del año han llegado 1.678 ejemplares.
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De ese total, 113 corresponden a decomisos, 1.194 a rescates, 378 a entregas voluntarias y en un caso se trató de una aprehensión preventiva.
Esta autoridad divide en dos grandes grupos las situaciones por las cuales los animales terminan sometidos a vulnerabilidad: el tráfico de especies y las interacciones negativas con otras especies y con seres humanos.
El tráfico de especies de las que son víctimas las especies muchas veces termina con la muerte. Con frecuencia, los cazadores asesinan a los padres para quitarles a las crías y venderlos en las vías y las carreteras. Se trata de una modalidad de la que son víctimas algunas especies de mamíferos como los monos titís, los araña y los perezosos; igualmente, los felinos pequeños.
“Los traficantes incluso atacan a grupos enteros para vender las crías en el mercado de fauna y flora”, explicó Corantioquia en un comunicado.
En el caso de las aves, los nidos son asaltados por los mercaderes y transportan a los polluelos en botellas, además de sedarlos y amarrarlos con cinta, siendo todavía más agresivo el trato hacia los adultos que tienen mayor capacidad para defenderse y un instinto más desarrollado para ello.
La historia de tratos crueles continúa porque uno de los principales objetivos del tráfico es tener como mascotas a los animales silvestres, de manera que para ello, una vez los tienen en casas les mutilan los picos, colmillos, alas y garras con el propósito de hacerlos más dóciles y que no puedan huir o defenderse de sus tenedores.
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Los reptiles no se salvan, en especial tortugas, iguanas, serpientes y babillas, lo mismo que anfibios y peces. En cuanto a las tortugas, son utilizadas como mascotas y para el consumo humano, introduciéndolas en agua caliente hasta que mueren de manera lenta y cruel.
Con relación a las interacciones negativas con humanos y otras especies, Corantioquia detalló que debido a la deforestación, la fauna silvestre pierde su hábitat porque los animales se ven obligados a desplazarse a otras zonas en búsqueda de alimento e incluso refugio.
“En ese proceso se dan encuentros entre humanos y animales salvajes que por lo general terminan con fauna silvestre herida”, apuntó la autoridad ambiental del Centro de Antioquia.
Pero igualmente, no son pocos los casos en que los animales terminan atropellados o felinos grandes son cazados por las comunidades, fauna silvestre lastimada por animales domésticos y viceversa, como consecuencia de ese “desplazamiento forzado”.
Una tercera situación de vulnerabilidad se presenta en temporada de Navidad por el uso de pólvora y por los citadinos que salen de vacaciones hacia otras zonas, de manera que se dan más atropellamientos en los carreteables.
“Conscientes de esta problemática, hacemos un llamado a respetar los máximos de velocidad en las vías y carreteras del departamento y a denunciar el tráfico y la caza de individuos de fauna y flora. Al no comprar fauna silvestre, ayudas a preservar la vida, el equilibrio ecológico, el presente y el futuro de nuestra biodiversidad”, fue el llamado de Corantioquia.Igualmente, le puede interesar: Los animales silvestres más amenazados en el Valle de Aburrá en lo corrido de este 2024