Lo que ocurre en los catorce módulos de la Plaza Minorista donde comercializan animales es una vergüenza para Medellín, sin matices. La ciudad se acostumbró a que cada operativo anunciado en este punto de la populosa plaza de mercado en el Centro de la ciudad entregue partes dolorosos de crueldad animal.
Esta vez tampoco fue la excepción. En medio de un operativo de control y bienestar de los animales en los módulos de la Plaza Minorista, las autoridades evidenciaron, otra vez, que varios locales siguen sin cumplir con las condiciones óptimas para la tenencia de estas especies. Aunque en otros operativos han logrado rescatar a decenas de animales en graves condiciones de salud, esta vez llegaron demasiado tarde para salvar la vida de un pato y un conejo que fueron encontrados muertos.
Otros 46 animales que estaban expuestos para ser comercializados presentaban signos evidentes de maltrato y varios de ellos presentaban delicados cuadros de salud, enfermos casi al borde del colapso. Las autoridades cerraron temporalmente tres locales y en total lograron rescatar 36 aves, dos hámsters, tres conejos, dos cobayos y una cacatúa.
Además de los cierres temporales, las autoridades impusieron 42 comparendos de tránsito a diferentes vehículos y se inmovilizaron ocho motocicletas.
Los operativos hacen parte de la obligación del Distrito por verificar las condiciones de los animales que se comercializan en este lugar y salvaguardar las especies silvestres que no pueden ser comercializadas. Los animales rescatados fueron trasladados a centros especializados para intentar salvarles la vida.
Sin embargo, más allá del reporte final, el operativo evidenció que absolutamente nada de fondo ha cambiado ni parece cambiar en estos módulos donde se les tiene permitido a los comerciantes negociar seres vivos. Apenas en septiembre pasado las autoridades habían rescatado allá mismo cinco perros y un pato con hipotermia y problemas oculares en La Minorista.
El pato y los cachorros de raza rescatados presentaban secreciones nasales y oculares; los caninos, de razas como cocker spaniel, bulldog francés y french poodle, tenían entre 2 y 4 meses de edad y estaban en condiciones vulnerables, por lo cual fueron enviados a La Perla para intentar recuperarlos.
En diciembre de 2022, en medio de otro gran operativo a catorce módulos en la Minorista, las autoridades encontraron 20 animales en riesgo, incluidas especies exóticas como dos gallinas africanas, tres cisnes negros, tres mini pigs, además de felinos, palomas, pericos australianos y un perrito. También se encontraron animales muertos, entre ellos una paloma, un pato y tres hámsters.
Todo esto ha ocurrido a pesar de que desde 2021 la Alcaldía de Medellín se comprometió a adelantar operativos semanales hasta garantizar completamente el bienestar animal y la seguridad de los mismos en estos catorce módulos. Los hallazgos frecuentes de animales muertos y maltratados en medio de deplorables condiciones podría tipificarse, según han denunciado organizaciones y colectivos ambientalistas, como en un detrimento patrimonial pues es necesario apuntar que en 2019, se invirtieron más de $2.500 millones de recursos públicos, aportados tanto por la alcaldía como por el Área Metropolitana para construir el módulo de fauna en la Minorista que tenía como fin reducir las condiciones de vulnerabilidad de los animales vivos comercializados en la plaza; evitar maltratos, hacinamientos, olas de color y transmisión de enfermedades. Fue una medida bastante cuestionada por organizaciones defensoras de los derechos de animales al considerarla como débil frente a todas las problemáticas que se derivan de la comercialización de animales.
Pero en vista de que ni siquiera se han cumplido con los compromisos que establecieron comerciantes y autoridades, parece que las críticas de ese momento se quedaron cortas. Sobre todo si se tiene en cuenta que en otras zonas del país existen desde hace años acuerdos municipales y distritales para prohibir totalmente la comercialización de animales vivos en plazas de mercado. En Medellín, que se precia de ser abanderada en cuanto a bienestar animal, estos casos en su principal plaza de mercado se convirtieron en paisaje.