En medio de las operaciones de la fuerza pública para intentar recuperar completamente el control de la vereda Los Trozos, en el municipio de Anorí, donde criminales del Clan del Golfo, ELN y disidencias se enfrentan desde la semana pasada, un soldado y su canino antiexplosivos resultaron heridos al activarse una mina antipersona.
El soldado profesional Yainer David Quintana Herrera, adscrito al Batallón de Infantería 42 de Bomboná, resultó afectado con la activación del artefacto artesanal mientras adelantaba labores de verificación con el grupo de explosivos y demoliciones. A su lado iba su canino de apoyo en labores de antiexplosivos, que también resultó herido por la detonación.
De manera inmediata el enfermero de combate atendió al soldado en la zona, lo estabilizó y en minutos se dispuso del helicóptero encargado de extraerlo de la zona para recibir atención médica en Medellín. Quintana Herrera sufrió heridas en ambas piernas, perdió la izquierda y laceraciones en varias partes del cuerpo por las esquirlas.
Para extraer al perro también fue necesario un operativo relámpago para salvarle la vida. En una acción conjunta de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el Comando Aéreo de Combate No. 5 (Cacom 5) fue posible sacar de la zona a salvo a Dante, un hermoso labrador negro de cuatro años que forma parte del Batallón de Ingenieros No. 14 “Batalla de Calibío”. Dante resultó gravemente herido por la onda explosiva. Tanto el soldado como el canino fueron extraídos en un helicóptero UH-60 “Ángel” equipado con personal especializado en rescates y médicos, quienes hicieron posible la estabilización de ambos heridos.
Las labores que adelantan en Los Trozos uniformados y caninos antiexplosivos como los que resultaron heridos, buscan que cientos de campesinos logren retornas a sus viviendas y parcelas luego de varios días de desplazamiento y zozobra. Pero los temores persisten para las 370 personas que regresaron a sus casas a pesar de no tener garantías oficiales por parte de las entidades municipales ni departamentales.
“La gente decidió retornar en su mayoría porque estaban desesperados y angustiados por sus tierras y animales que quedaron abandonados. Les advertimos que no habían condiciones de seguridad porque el Ejército no podía garantizar la seguridad y la tranquilidad y sin embargo, ellos decidieron regresar”, manifestó el alcalde Gustavo Silva.