El asesinato del administrador de empresas Brian Thompson en Nueva York, Estados Unidos, ha despertado toda clase de reacciones, desde condolencias por su partida, hasta mensajes de alegría de un sinnúmero de usuarios y supuestas víctimas de la compañía de seguros en la que trabajaba.
El crimen ocurrió el miércoles pasado en las afueras del hotel Hilton, en una de las zonas más concurridas de Manhattan. Un hombre con capucha y el rostro cubierto le disparó por la espalda usando una pistola con silenciador, y luego huyó en una bicicleta.
En los casquillos de bala hallados en el lugar del ataque se encontraron, según la Policía, mensajes como “retrasar” y “denegar”, palabras familiares para muchos usuarios de los seguros de salud en un país donde los servicios médicos no están al alcance de todos y los costos de una enfermedad grave pueden llevar a la ruina a muchas familias.
¿Pero quién era la víctima y por qué este caso ha ocupado tantos titulares de prensa?
Thompson tenía 50 años, era casado y padre de dos hijos. Estudió Administración de Empresas en la Universidad de Iowa y trabajó como gerente de la popular firma consultora PriceWaterhouseCoopers.
En 2004 empezó a trabajar en UnitedHealth Group, la cuarta empresa más grande entre las que cotizan en la bolsa de EE.UU., después de firmas gigantes como Walmart, Amazon y Apple, según la BBC. También es una de las mayores compañías de seguros médicos en el mundo, con 440.000 empleados; en el tercer trimestre del año facturó 100.800 millones de dólares.
Desde 2021 dirigía su filial de salud, UnitedHealthcare, que cuenta con unos 140.000 empleados y ofrece planes de salud a empleadores, privados y personas aseguradas por programas estatales como Medicare y Medicaid.
El pasado año, la división de seguros ingresó 281.000 millones de dólares y la remuneración de Thompson se elevó a 10,2 millones de dólares, según una presentación a las autoridades regulatorias.
Sin embargo, su empresa ha sido objeto de críticas tanto de congresistas y reguladores federales como de particulares, que la acusan de denegar sistemáticamente pruebas médicas y tratamientos a los asegurados, según la prensa.
Por eso su muerte ha provocado un torrente de comentarios negativos en las redes sociales, en contra de Thompson y la aseguradora.
“Soy enfermera de urgencias y las cosas que he visto denegar a los pacientes moribundos por el seguro me enferman físicamente. Simplemente no puedo sentir simpatía por él por todos esos pacientes y sus familiares”, dijo una usuaria en TikTok, citada por el diario The New York Times.
“Pago 1.300 dólares al mes por el seguro médico y 8.000 de franquicia (23.000 al año). Cuando he superado la franquicia (los gastos que paga el asegurado) me han denegado mis reclamaciones. Él ganaba un millón de dólares al mes”, reza otro comentario.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, aseguró que habían presionado a la compañía de seguros para que diera marcha atrás en sus planes de retirar la cobertura a los pacientes que necesitaban anestesia para someterse a una intervención quirúrgica. “No jueguen con la salud y el bienestar de los neoyorquinos, no bajo mi mandato”, advirtió.
Aunque se desconocen las motivaciones del asesinato, la esposa del ejecutivo Paulette Thompson declaró a la televisión NBC News que su marido había recibido amenazas.
“Sí, ha habido algunas amenazas, (aunque) básicamente no sé, ¿falta de cobertura? No conozco los detalles”, dijo a NBC News. “Sólo sé que dijo que había algunas personas que le habían estado amenazando”, agregó.
Según la prensa, la vivienda de Thompson en el estado de Minnesota (norte) recibió una falsa amenaza de bomba tras su muerte.
En un comunicado, su empresa expresó que “Brian era un colega altamente respetado y un amigo de todo quien trabajaba con él (...). Estamos colaborando de cerca con el Departamento de Policía de Nueva York y rogamos su paciencia y comprensión durante este difícil momento. Nuestros corazones están con la familia de Brian y con todos los que eran cercanos a él”.
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