Una muestra más de que el Clan del Golfo pasó de la defensiva a la ofensiva en varias zonas de Antioquia contra la Fuerza Pública es el arsenal que decomisó esta semana el Ejército en el Bajo Cauca, dentro del cual había explosivos improvisados que hacen recordar las estrategias de las desaparecidas Farc.
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Si en los tiempos en que estaban activas las Farc, que se desmovilizaron a través de un acuerdo con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos en 2016, el terror eran los cilindros bomba con los que perpetraban atentados y tomas a poblaciones, en esta ocasión llama la atención que entre los elementos encontrados hubiera también cuatro cilindros modificados como artefactos explosivos improvisados.
La aprehensión de este material lo efectuaron en el área rural del municipio de El Bagre soldados del Batallón Especial Energético y Vial N.º 5, adscrito a la Décima Primera Brigada del Ejército, en cumplimiento del Plan de Campaña Estratégico Ayacucho.
Entre los elementos encontrados había también otro material de guerra, comunicaciones e intendencia, que según fuentes castrenses pertenecían a la subestructura Uldar Cardona Rueda, del Clan del Golfo, también autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC).
La operación militar tuvo lugar en la vereda La Bonga, donde los uniformados ubicaron 2 escopetas calibre 12 mm, municiones, 4 canecas de 5 galones con pólvora negra, 2 barras de indugel y los 4 cilindros ya mencionados.
Igualmente, encontraron uniformes de uso privativo de las Fuerzas Militares, cintelas, pasamontañas, hamacas, un botiquín con medicamentos y cuatro radios con sus respectivos cargadores.
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“Con la utilización de estos elementos, los integrantes de la estructura delictiva buscarían intimidar y constreñir a la población civil y afectar las operaciones que la Fuerza Pública despliega de manera permanente en el sector”, dijo la Brigada 11 en un comunicado.
El Bajo Cauca es la misma subregión donde este jueves fallecieron cuatro militares y quedaron varios heridos en medio de hechos confusos que aún son materia de investigación por parte del Ejército.
Este último episodio sucedió en el municipio de Cáceres. Si bien inicialmente se habló de manera extraoficial de que habían sido atacados mientras hacían un descenso en zona de conflicto para adelantar un operativo, la Séptima División aseguró que los uniformados murieron en medio de un accidente.
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En ese territorio también actúan frentes de las disidencias de las Farc, así como guerrilleros del ELN y narcotraficantes.