Este año en la Universidad de Antioquia pasaron muchas cosas además de la crisis financiera, el déficit de los $138.000 millones, los paros y las protestas para exigir más recursos del gobierno, y las peleas entre los gobernantes para ver quien asume la responsabilidad de la desfinanciación de la UdeA, el proyecto educativo y cultural más grande del departamento.
También nombraron un asteroide con el nombre de la institución (fue un profesor quien lo descubrió hace 19 años), encontraron una nueva especie de escarabajo en el Urabá antioqueño, una bacteria clave para tratar aguas residuales, nuevas especies de peces en las cuencas de los ríos Magdalena y Atrato, y hasta un síndrome genético en una familia antioqueña.Además, se inventaron un envase para que el queso dure fresco más tiempo, una guía de recetas con base en los desperdicios del café, un tratamiento para las cicatrices de la piel, un modelo para predecir la gravedad de la tuberculosis, un tratamiento para el síndrome de boca seca, y empezaron a trabajar en el desarrollo de un medicamento de bajo costo para tratar el VIH.
También recibieron a través de cooperación internacional $74,5 millones de dólares para seguir investigando el Alzheimer. Eso, entre otras cosas, pasó en uno de los años más críticos para la Universidad.“La UdeA lleva 221 años cumpliendo con su misión”, dice el rector John Jairo Arboleda. Y explica que las actividades misionales de la institución no se limitan a las clases en los salones sino que incluyen las actividades de extensión y de investigación que, dicho sea de paso, no se afectan cuando la comunidad académica hace un paro, como ha ocurrido en buena parte de este año.
Arboleda agrega que además el trabajo de extensión y de investigación —donde resultan los inventos, los tratamientos médicos y se descubren asteroides— son en buena medida la razón por la cual la Universidad ha podido palear la crisis. De allí es que viene la mayor parte de los recursos propios con los que la Universidad se financia. <br /> Hay que recordar que de cada 10 pesos que necesita para mantenerse, la Universidad pone 6 de recursos propios, aún cuando el Estado debería costear cerca de 9 de cada 10 pesos.<br /> “La Universidad es víctima de su propio éxito”, dice Arboleda, dando a entender que de no ser por ese trabajo destacado en investigación y extensión, no hubiera sido posible pasar de 17.000 a 40.000 estudiantes en 20 años, abrir sedes en las nueve subregiones del departamento o pasar de tener el 11% de la planta de profesores con doctorado en el 2000 al 66% actualmente.“A pesar de todos los mensajes apocalípticos esta universidad sigue siendo el proyecto cultural y educativo más importante del departamento en toda su historia, pero dependemos de que se haganefectivas las reformas a la ley 30 que permitan ajustar las transferencias realmente a lo que cuesta una universidad”, agrega Arboleda.Entérese: Así hicieron historia los siete médicos más “tesos” de AntioquiaHace un par de semanas los colegas del medio digital Mutante se preguntaron qué perdería el país si la UdeA se acabara: “Perderíamos un hallazgo fundamental para la prevención del Alzheimer, no tendríamos las investigaciones de María Teresa Uribe, ni el voto femenino promovido por lideresas como Rosita Turizo, ni disfrutaríamos de la música de Teresita Gómez”, respondieron. La lista, sin embargo, se hace más larga todos los días, aún con poca plata.
La Pseudocerocoma tulenapa, una nueva especie de escarabajo, fue descubierta por dos estudiantes del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia en Carepa, Urabá, tras una salida de campo en 2023. El descubrimiento fue publicado este año en la revista Zootaxa, especializada entaxonomía zoológica. Su hallazgo resalta la biodiversidad y la fragilidad de los ecosistemas colombianos.
Los resultados de un nuevo estudio del Grupo de Neurociencias de Antioquia —GNA—de la UdeA reveló que una copia de la variante genética llamada Christchurch —APOE3Ch—, puede ejercer un efecto protector contra la aparición del deterioro cognitivo y demencia en individuos con la “mutación paisa”. El GNA recibió este año más de US $74,5 millones para seguir investigando sobre el Alzheimer.
Con el estudio de una cohorte de 88 pacientes con tuberculosis activa, investigadores de la Universidad lograron diseñar un modelo para predecir la severidad de la infección desde su inicio y así formular tratamientos más pertinentes durante los primeros seis meses. Un hallazgo clave para la ciudad, pues en Medellín el riesgo de contagiarse de tuberculosis es 2,7 veces mayor que en el resto de Colombia.
Un innovador tratamiento para la cicatrización de la piel fue desarrollado por el Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales —Pecet— de la Universidad de Antioquia y ya está listo para ser comercializado. Se trata de un hidrogel terapéutico y dermocosmético, diseñado para tratar quemaduras, heridas, cicatrices y lesiones causadas por diversas enfermedades de la piel.
En la UdeA queda la única planta pública de producción de medicamentos del país. A pesar de que durante años ha producido para terceros, hace dos años hicieron un convenio con el gobierno nacional para producir medicamentos de bajo costo para enfermedades desatendidas. Este año empezaron a desarrollar un fármaco para el tratamiento del VIH que reduciría los costos hasta en un 80%.