Javier Milei, el hombre que llegó a la presidencia de Argentinacon un discurso radical a través del cual prometía acabar con la ”izquierda empobrecedora”, cumple su primer año de Gobierno logrando algunos logros económicos pero a costa de un
El hombre que se subió a la parte de atrás de una camioneta con una moto sierra asegurando que se vendrían importantes recortes en el gasto, ha dejado claro que su objetivo es devolverle a Argentina el crecimiento que ha tenido en otros momentos y que lo hizo uno de los países más fuertes del continente.
El “shock” económico del que ha hablado Milei, ya ha venido con una serie de ajustes drásticos. Inicialmente, eliminó más de 30.000 puestos de trabajo en el sector público, muchos de ellos en el sector educativo, además redujo el número de ministerios y detuvo múltiples obras públicas que consideraba, podían esperar.
Milei ha tomado toda serie de medidas para “salvar a Argentina de la crisis”, pero la más criticada hasta ahora fue la congelación parcial de los pagos de los jubilados.
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Se trata de la congelación de un bono que se entregaba a cada uno de los jubilados por un monto de 70.000 pesos argentinos, con el cual se buscaba equilibrar las ganancias de este grupo poblacional, cuyos ingresos se reducen tras su salida del mercado laboral.
Si bien el erario público parece estar recuperándose, la realidad que vive el país no es del todo favorable y la población está cargando con las consecuencias del “shock”. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) la pobreza escaló 11 puntos, alcanzando el 52,9% de la población.
Lo cual tiene explicación en los más de 260.000 empleos que se han perdido en el país a raíz de los recortes en el sector público, lo que hizo también que el consumo cayera un 20%.
Otro punto álgido, que incluso ha sido el detonante de duras protestas, han sido los recortes a la educación, luego de que Milei vetara la ley que permitiría el aumento del presupuesto para la educación pública, además de la congelación del sistema de Becas estudiantiles y de investigación científica.
Javier Milei no solo ha librado una batalla económica, en medio de su rifa rafe con la oposición, también ha librado una batalla contra lo que el llama, la “izquierda empobrecedora”.
Su discurso contundente le ha merecido encontrones con periodistas, jueces y sindicatos, a quienes acusa de “corruptos”. Lo que le ha costado a su imagen, pues según recientes encuestas, más del 60% de la población argentina cree que la polarización y la intolerancia han aumentado desde que Milei llegó al poder.
Pese a las críticas, Milei continúa firme con su objetivo de reducir el tamaño del Estado y optimizar al máximo las labores que se realizan en cada uno de los Ministerios, mientras busca fortalecer la industria del país y proteger a las medianas y grandes empresas.
Las protestas seguramente seguirán aflorando durante los años que le resta. Argentina es un país que se ha caracterizado por la protección de los derechos civiles. Sin embargo, hay una realidad que es clara y que fue la que llevó a Milei a ganar la presidencia: una crisis económica que hizo que la inflación superó el 5,1% anual en el 2022.
Si bien la moneda también sufrió una importante devaluación, a raíz del radicalismo del mandatario, expertos destacan que las medidas tomadas por el hombre de la “motosierra” están comenzando a tener impactos positivos que podrían ir recuperando paulatinamente la economía argentina.