Cuando los bomberos de Rionegro, Oriente antioqueño, llegaron al barrio Alto del Medio, durante las pasadas celebraciones de Año Nuevo, se encontraron con una escena deplorable. Allí tenían un caballo con heridas visibles, en un avanzado estado de desnutrición crónica e infestado de parásitos.
De inmediato, hicieron la alerta ante las autoridades municipales y se activaron las rutas con la Policía Nacional y el Centro Integral de Bienestar Animal (Ceiba), explicó la subsecretaria ambiental de Rionegro, Cindy Gómez Arbeláez. Con todos los protocolos necesarios, el animal fue trasladado al Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES, entidad con la que la alcaldía municipal tiene un convenio y donde se encuentra bajo supervisión y recibiendo la atención especializada para su recuperación.
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Las precarias condiciones en las que llegó el equino, al que le pusieron como nombre Vencedor, requieren un tratamiento integral de parte de los profesionales, que incluye acciones para estabilizar las heridas que presenta, para que recupere el índice nutricional correspondiente y para controlar la plaga de parásitos que lo tenía invadido, señaló el médico de Equinos de la Universidad CES, Mateo Alzate, uno de los profesionales a cargo de la atención.
Entre tanto, las autoridades continúan al frente de este caso, con el fin de determinar responsabilidades en el maltrato al que sometieron a Vencedor. Desde la administración municipal reiteraron el llamado a la comunidad para que denuncie cualquier caso en el que un animal sea maltratado o abandonado, pues ese es uno de los pasos fundamentales para seguir atacando este problema que persiste en Antioquia.
Por hechos de maltrato animal, es decir a animales de compañía, el año pasado con corte al 30 de agosto, en el departamento se habían dado 54 condenas, 23 de ellas en Medellín. De acuerdo con el reporte de la Fiscalía, a esa fecha de 2024 ingresaron al Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) 287 denuncias por delitos contra la integridad física y emocional de los animales de compañía en el departamento, de las cuales 178 corresponden a casos de Medellín.
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También hubo en ese periodo 39 imputaciones y 142 casos en indagación, de los cuales 24 están en etapa de juicio. Y se tienen 275 casos activos adicionales que vienen de procesos desde 2016.
Cuando se logran las sanciones en los procesos de judicialización pueden darse penas de prisión que van desde los 12 hasta los 36 meses, multas desde los 5 hasta los 60 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV) o inhabilidad de 1 a 5 años para el ejercicio, tenencia u oficio que tenga relación con los animales. Pero cuando hay agravantes, las cosas cambian: las penas pueden ir de los 18 a los 63 meses de prisión y las multas desde los 7.5 hasta los 105 SMLMV. Dichos agravantes se dan cuando el maltrato incluye sevicia, ocurre en vía pública, lo comete un servidor público o se presentan actos sexuales con los animales.
La creación de Gelma, en 2019, ha permitido poner con mayor contundencia estos casos en la escena pública, lo que genera rechazo social, pero permite además que se reduzca la impunidad por la existencia de un equipo especializado, con fiscal nacional, pero también con uno en cada seccional (hay uno para Antioquia y otro para Medellín), en articulación con otros profesionales y con las autoridades ambientales. Esto permite mayor capacidad para diligencias, verificación oportuna de denuncias, capturas e investigaciones priorizadas.
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