En el ámbito de las relaciones humanas, identificar una mentira se ha convertido en una habilidad cada vez más relevante. La inteligencia artificial (IA), mediante el análisis de patrones de comportamiento, ha identificado señales clave en el lenguaje corporal que podrían delatar a quien no dice la verdad.Microexpresiones: el rostro revela lo ocultoLas microexpresiones, movimientos faciales involuntarios que reflejan emociones reprimidas, son uno de los indicadores más estudiados por los sistemas de IA. Por ejemplo, una sonrisa acompañada de ojos tensos o incómodos puede ser una señal de deshonestidad.Estos detalles, aunque sutiles para el ojo humano, son detectados con precisión por los algoritmos.Otro factor relevante es el parpadeo. Según los análisis, las personas que mienten pueden presentar un parpadeo irregular, ya sea más rápido o más lento de lo habitual, debido al estrés cognitivo que genera la mentira.Movimientos de las manos y postura corporalEl comportamiento de las manos también proporciona pistas importantes. La IA ha identificado que las personas que ocultan la verdad tienden a tocarse la cara, frotarse las manos o esconderlas, acciones que reflejan inseguridad o nerviosismo. Por otro lado, una postura excesivamente rígida puede ser un intento de controlar el lenguaje corporal para evitar ser descubiertos.Asimismo, gestos exagerados o movimientos amplios de las manos pueden ser una táctica para desviar la atención del mensaje principal, un recurso utilizado con frecuencia por quienes buscan engañar.Cambios en el tono de voz y el ritmo del hablaAdemás del lenguaje corporal, las variaciones en la voz y el ritmo del habla también son indicadores relevantes. Hablar más rápido o más lento de lo habitual, realizar pausas prolongadas o cambiar el tono de voz de manera abrupta son señales que reflejan el esfuerzo cognitivo que implica mentir.La IA también ha observado que un tono de voz más agudo o fluctuante podría ser una respuesta al estrés generado por la mentira, un detalle que los algoritmos pueden detectar con gran precisión.El lenguaje corporal, reforzado por el análisis detallado que permiten herramientas avanzadas de inteligencia artificial, se posiciona como un recurso esencial en la búsqueda de la verdad.Este conjunto de gestos, posturas y expresiones no verbales ofrece una ventana a las emociones y pensamientos internos que, muchas veces, las palabras no logran ocultar. En contextos como investigaciones policiales, entrevistas laborales o negociaciones, la capacidad de interpretar correctamente estos indicios puede marcar la diferencia entre la confianza y la duda.*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.