En medio de la cruzada contra la migración irregular que adelanta, el gobierno de Donald Trump abrió este martes la puerta a una vía muy expedita para conseguir la residencia en los Estados Unidos, cuyo principal requisito es contar con un gran capital.El primer mandatario lo anunció así este martes, cuando dijo que Estados Unidos comenzará a vender un nuevo tipo de permiso de residencia llamado “tarjeta dorada”. El precio es altísimo: 5 millones de dólares.“Vamos a vender una tarjeta dorada. Tienes una tarjeta verde, esta es una tarjeta dorada. Vamos a ponerle un precio (...) de unos 5 millones de dólares”, declaró Trump a periodistas en el despacho oval de la Casa Blanca. Con ella “los ricos llegarán” al país, “tendrán éxito, gastarán mucho dinero, pagarán muchos impuestos y emplearán a mucha gente”, añadió.Los oligarcas rusos, la mayoría de los cuales han sido sancionados por Estados Unidos desde la invasión rusa a Ucrania, podrían solicitar participar en el programa. “Conozco a algunos oligarcas rusos que son muy buenas personas”, dijo Donald Trump. “Es posible” que puedan optar a ella, añadió. En Estados Unidos existe un programa similar al anunciado hoy, el EB-5, para aquellos extranjeros que realicen inversiones de una cierta cantidad en el país. Les permite obtener una tarjeta verde de residente permanente.Según Howard Lutnick, el secretario de Comercio de Estados Unidos, van a acabar con el EB-5 por estar sujeto a demasiado fraude y representar “una manera de obtener una tarjeta verde a bajo costo”. “Vamos a reemplazarlo con la ‘tarjeta dorada de Trump’”, explicó en el despacho oval junto al presidente, determinado a restringir al máximo la migración ilegal.Según el presidente estadounidense, la “tarjeta dorada” permitirá “traer al sector informático gente que crea empleo, gente de muy alto nivel”. “Creo que las empresas pagarán para traer gente”, dijo. “De este modo, Apple y todas esas empresas que quieren que la gente venga a trabajar para ellas podrán comprar una tarjeta”, añadió Donald Trump. En este caso, los titulares de las tarjetas no serían ciudadanos, pero los destinatarios pagarían impuestos en Estados Unidos. En general, sugirió que Estados Unidos podría vender “quizás un millón de estas tarjetas, quizás más”.No todos los periodistas podrán cubrir ahora la Casa BlancaEste martes, el gobierno también lanzó otra decisión que causó sorpresa. La Casa Blanca decidirá qué periodistas tienen acceso a los actos del presidente Donald Trump, despojando así de ese poder a una asociación independiente de medios de comunicación estadounidenses que lo ha gestionado alrededor de un siglo.La portavoz Karoline Leavitt dijo que la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés) ya no debería tener el “monopolio” de seleccionar quién forma parte del pequeño grupo de reporteros que cubre a Trump en lugares como el Despacho Oval y el Air Force One. La WHCA condenó rápidamente la medida, diciendo que “desgarra la independencia de una prensa libre”.Leavitt hizo el anuncio en rueda de prensa, afirmando que la WHCA ha “dictado durante mucho tiempo qué periodistas pueden hacer preguntas al presidente de Estados Unidos en estos espacios más íntimos”. “Ya no. Me enorgullece anunciar que vamos a devolver el poder al pueblo”, dijo. Y añadió: “De ahora en adelante, el grupo de prensa de la Casa Blanca será determinado por el equipo de prensa de la Casa Blanca”.La portavoz estaba flanqueada por dos grandes pantallas de video en las que se leía “victoria” y “golfo de América”. “RIP WHCA” (“Descansa en paz, WHCA”), se regocijó en un mensaje en la red social X Jason Miller, uno de los asesores de la Casa Blanca, compartiendo un video de hombres cargando un ataúd mientras bailan, un meme muy popular entre los internautas.*Con información de la AFP.
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