Cuando llega el momento de lavar la ropa, muchas personas llenan la lavadora hasta su máxima capacidad, con el fin de ahorrar agua, energía y tiempo. Sin embargo, este hábito, que parece no conllevar muchos problemas, puede tener consecuencias negativas, como ropa mal lavada o daños en el electrodoméstico.Si bien muchas personas creen que está bien llenar hasta el tope el tambor de la lavadora, los fabricantes de estos aparatos señalaron los riesgos de sobrecargar este electrodoméstico.Según la información recogida por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, lo ideal es llenar la lavadora hasta el 80 % de su capacidad. Esto no es una simple sugerencia, se trata de una medida pensada para garantizar el buen funcionamiento del aparato en su función de lavar correctamente la ropa.El ciclo de lavado fue diseñado para que funcione de buena manera cuando hay espacio suficiente para que el agua y el detergente circulen entre las prendas. Cuando se lleva la lavadora al máximo, no solo dificulta este proceso, sino que las prendas no se pueden limpiar de manera uniforme.El agua y el detergente necesitan de buen espacio para llegar a todas las áreas de la ropa, y si esa carga es muy grande, puede que algunas prendas no se laven correctamente. Por otra parte, el insuficiente espacio impide que esa ropa que se está lavando se mueva con libertad, lo que afecta la acción de fricción necesaria para aflojar la suciedad. Esto genera que las prendas no salgan completamente limpias, lo que provoca que se realicen ciclos adicionales, incremento el consumo de agua y energía.Las lavadoras modernas están construidas para soportar cargas específicas, por lo que cuando se recargan, el motor y otras partes del mecanismo interno pueden sufrir daños.La OCU señala que el exceso de peso puede generar presión innecesaria sobre el tambor del aparato, esto puede derivar en ruidos fuertes, vibraciones excesivas y puede llevar a la rotura de piezas esenciales.Aparte de provocar daños en el electrodoméstico, un tambor sobrecargado puede perder eficiencia en el rendimiento general del aparato. La disminución en el rendimiento se debe a que al no poder girar de manera correcta, el tambor no es capaz de centrarse adecuadamente, provocando un mayor esfuerzo en el motor, reduciendo su vida útil con el paso del tiempo.Un gran problema a la hora de poner la ropa a lavar es la falta de conocimiento sobre el peso de las prendas, es por eso que desde la OCU han ofrecido una guía útil para estimar el peso de las prendas comunes. Según la entidad, una sábana de algodón puede pesar unos 650 gramos, una toalla de baño grande pesa alrededor de 650 gramos y una camisa de algodón puede llegar a pesar unos 200 gramos. Además, si la capacidad máxima de una lavadora es de 10 kg, no se debe poner más de 8 kg.
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