Sergio Trujillo debuta al fin como director en Broadway: “Tenía la experiencia, pero tenía que dar el salto de fe”

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Cinco años largos después de nuestra charla, poco después de haber ganado su premio Tony a mejor coreografía por el fantástico musical Ain’t Too Proud, y después de una pandemia global de la cual las lecciones se han disipado, Sergio Trujillo empieza a cumplir su promesa.En 2019 aseguró que usaría su notoriedad para poner en el mapa historias de gente de América Latina, en geografía y en lazos de sangre. Y está a pocos días de empezar ese camino oficialmente. Eso marcará, el 27 de abril, el estreno de su debut como director en Broadway, liderando la producción de Real Women Have Curves.Cuando le hablamos, Trujillo pulía los últimos detalles frente a las audiencias, sabiendo que tiene una obra musical que eleva espíritus (y ostenta la aprobación enérgica de Lin-Manuel Miranda).Notable figura de las artes escénicas en la zona de teatros más famosa del mundo, Sergio es también un embajador del sueño americano que parece volcarse estos días ante los ojos de todos. La representación, en especial en estos tiempos, es universalmente importante, cree, por eso la vive desde su arte.Sobre su obra y los tiempos, esto nos dijo.SEMANA: ¿Qué ha venido pasando en su carrera desde 2019, además de una pandemia global?SERGIO TRUJILLO: Fue un periodo de plantar muchas semillas y refleja un aspecto muy importante en mi vida. Luego de ganar el Tony, decidí hacer proyectos para empoderar nuestra comunidad contando historias para la gente latina. Real Women Have Curves es el primer proyecto, la primera flor que sale de ese periodo de siembra. Tengo otros cuatro que desarrollo, pero este es el primero de un jardín que ojalá siga creciendo y dure para siempre.SEMANA: ¿Se viven como un huracán los días antes del estreno el 27 de abril? ¿Qué tanto se pule aún en estos previews?S.T.: Con este proyecto pulí la mayor cantidad de cambios antes de los previews. Quería estar en una posición en la cual la comunidad pudiera ver lo que tenemos, porque no contamos con estrellas; no tenemos a George Clooney, Denzel Washington o a Jake Gyllenhaal. Estamos compitiendo contra gigantes. Somos David contra Goliat, y por eso debíamos empezar marchando muy positivamente. ¡Y así va! La recepción ha sido increíble. La gente se ha motivado y viene hablando; hay mucho buzz y voz a voz también. Hemos hecho ocho shows y en cada uno hemos recibido dos ovaciones de pie, ¡16 ovaciones de pie!SEMANA: ¿Significa algo presentar su debut como director en el James Earl Jones Theater? Fue un actor gigante...P.A.: Imagínate, ¡es uno de los íconos de nuestro teatro! Unos de nuestros productores trabajaron con él, en el primer show que hicieron, hace más de treinta años. Montaron Othello, con él en el protagónico. Y es muy lindo para mí, presentar ahí la obra. Yo quería traer esta historia en este momento a los Estados Unidos y al mundo…SEMANA: ¿Por qué esta historia? ¿Por qué ahora?S.T.: La idea surgió de mi compañero y coproductor, Jack Noseworthy, que vio la película. Él también es mi pareja y en la película vio a mi familia; especialmente a mi madre, a mis hermanas, a mis tías. Yo crecí en Canadá antes de venir a Estados Unidos, y crecimos ilegales. Mi madre trabajaba en una fábrica como costurera. En Colombia había sido costurera y en Canadá lo fue también haciendo abrigos de invierno. Jack se conectó con los temas de la película, lo que significaban, y me contó. Yo hacía en ese momento Ain’t Too Proud y no tenía espacio para hacerlo. Pero cuando la vi me interesó mucho. Luego leí la obra teatral original, de Josefina López, y pensé que podría ser un musical. El lenguaje, los personajes, el ritmo de la vida de ellos era muy musical, y ahí comenzamos.Después de tantos años, me cansé de tratar de que las cosas sucedan cuando uno quiere. A veces hay que dejar que el destino se encargue de eso. Esta historia estaba lista y jamás hubiéramos esperado contarla en este momento que estamos viviendo en Estados UnidosSergio TrujilloLa trayectoria de los musicales es compleja, porque uno nunca sabe. Después de tantos años, me cansé de tratar de que las cosas sucedan cuando uno quiere. A veces hay que dejar que el destino se encargue de eso. Esta historia estaba lista y jamás hubiéramos esperado contarla en este momento que estamos viviendo en Estados Unidos. Quizá por eso el público se está conectando emocionalmente de una manera sorprendente.SEMANA: ¿Cómo se vive este tiempo en el que el sueño americano parece haberse volcado?S.T.: La única manera en la que puedo reaccionar es con el arte, por medio de lo que hago. Es la única manera. Especialmente con este show, con esta historia que es tan linda y tan universal. Crear algo, crear arte. Hay una frase muy linda de Sunday in the Park with George (musical de 1984 con letras y música de Stephen Sondheim). A George le dicen que, si está perdido, si no sabe qué hacer, haga bien lo que conoce. Y esa etapa la vivo.SEMANA: Sobre el reto de integrar el arte de hacer prendas en la obra, en coreografías, ¿cómo se inspiró, cómo lo logró?S.T.: Lo primero que hice fue llevar a todas las actrices del show a ver trabajar a estas mujeres; las hice estudiar costura. A cada una la conecté con una persona que trabaja en ese lugar, similar a ellas. Les enseñaron a coser, a tejer, todo lo necesario. Y ahí comenzamos a formar ese lenguaje. Es difícil, porque el show tiene coreografía, sí, pero sobre todo tiene movimiento. La gente tiene que conectarse con los personajes. Por eso, ellas no son bailarinas, ninguna, son “actrices que cantan y se mueven muy bien”, como yo les digo. Y el proceso sigue, en los previews, sigo puliendo, añadiendo coreografía, en evolución.SEMANA: Había una versión ya teatral original y una película. ¿Qué tanto se trabajó este guion?S.T.: Es un musical, tiene que pararse solo. Se inspira en la obra y en la película también. Tomamos del ADN de ambas, pero nuestro show tiene su propia propuesta. No quería replicar, quería algo nuevo y original. Eso estamos haciendo.SEMANA: Lleva décadas en la escena. ¿Algo le sorprendió de ser director y no coreógrafo?S.T.: Era inevitable para mí dar el paso. Tenía que tomar la decisión, porque he tenido muchas oportunidades. He integrado muchas producciones originales, que me abrieron la posibilidad de trabajar con grandes directores y eso lo viví como curso intensivo de dirección.No es lo primero que dirijo, pero sí es lo primero que dirijo en Broadway. En realidad, cuando se trabaja en un musical con un director, a veces no se sabe quién dirige. La experiencia la tenía, solo debía dar el salto de fe.No fue algo que planeé, pero esta obra es el proyecto perfecto para comenzar esta nueva trayectoria. Este mensaje universal de familia, de identidad, de sacrificios, del sueño americano, es uno que conozco, que he vivido y que quiero contar. Como director, quería tener toda la capacidad de llevarlo a la meta que se merece.SEMANA: ¿Ha escrito guiones? ¿Tomará ese paso?P.A.: No, no, para eso tengo personas expertas. Aunque las ideas sí las tengo. De todas formas, cuando se crea un musical original, el director hace mucho más que dirigir: es guía para los escritores, guía para los compositores, los letristas, escenógrafos, vestuaristas; es guía para todos. No se entra a dirigir y ya. ¡Es un rol enorme!SEMANA: Sin estrellas de renombre, pero junta mucho talento. Suma a Joy Huerta en la música. Cuéntenos sobre la importancia integrarla al proyecto.P.A.: Mi misión era encontrar maneras de empoderar a nuestra comunidad, y también de invitar a artistas latinos para que tuvieran la oportunidad de hacer lo mismo. Y cuando estábamos comenzando a armar este equipo, Jack (mi productor, mi pareja), de nuevo me la mencionó. Él encontró la banda Jesse & Joy, y me sugirió escucharlos porque tenían una música muy linda. Y me causaron muchas sensaciones; sus melodías con lindísimas y cuentan historias con sus letras. Y fuimos a México, en 2020, un sábado antes de que empezara la pandemia, y nos reunimos con Joy. Ella fue la primera persona que invitamos a hacer parte del proyecto.Y como ella jamás había escrito para Broadway, era importante asociarla con un compositor que supiera de la escena. Y yo había escuchado hablar de un compositor y letrista joven, colombo-estadounidense, Benjamín Vélez. Él venía trabajando con John Leguizamo en una obra llamada Kiss My Aztec!. Y me reuní con ellos dos, con Joy y Benjamín, y los conectamos, y empezaron a trabajar juntos. Y crearon un score increíble, con mucha melodía... que era lo que imaginaba: un sonido que fuera una reflexión de América Latina, no de Latinoamérica (más allá de la geografía), de todos los que vivimos aquí. Eso crearon.SEMANA: Y claro, encontró en Tatianna Córdoba su protagonista... sobre los actores..P.A.: Desde el principio fue muy importante darle la oportunidad a actores latinos, que nunca tienen la oportunidad de entrar a los salones de audiciones aquí en Nueva York. En la primera audición que hicimos en la ciudad, la primera mujer joven que entró, lloró al final de la audición. Me dijo, “Tú no sabes lo que significa este momento. No me interesa si recibo o no el rol, pero me interesa que sepas que esta oportunidad que me estás dando es algo muy importante. Quiero que lo sepas”.Fuimos por todos los Estados Unidos, inclusive por México, para encontrar a nuestra protagonista, Ana. Y encontramos a Tatianna, un talento increíble. Y también tenemos a Justina Machado, a quien conozco hace veinte años. Trabajamos en un show que hice, que no llegó a Broadway, Mambo Kings. Ella tenía uno de los roles de reparto, y jamás me olvidé de ella, Cuando juntamos a los actores, en lecturas y en talleres, desarrollando la obra, Justina fue la primera persona a quien quise invitar. Es una actriz muy interesante, actúa desde el alma y también logra una combinación de drama con amor que es muy bella para nuestro show.SEMANA: ¿Cómo se siente Colombia a lo lejos?S.T.: Hay maneras de conectar. Hablo contigo, por ejemplo. Y quiero que los colombianos vengan a ver el show. No necesito fama, ¡pero sí necesito que vengan a ver el show! Es lindísimo. Esta tarde hablaré con una artista colombiana muy importante y muy presente para ver si algo hacemos juntos.SEMANA: Después de la pandemia, ¿cómo se vive Broadway? ¿Está de regreso?S.T.: En ese periodo de la pandemia todos estuvimos trabajando, desarrollando proyectos. ¡Creíamos que el mundo se iba a acabar! Y ahora hay mucha competencia para tener teatros. Para mí, tener Real Women Have Curves en este teatro en Broadway es una victoria grandísima. Nuestros productores, y la comunidad y los dueños del teatro, creyeron en la misión y en el mensaje de este show, que es muy universal. Es una oportunidad que tomamos muy en serio.También te cuento esto, porque es muy lindo y, a la vez, es algo que cambiar. La última vez que ocurrió un show latino en Broadway fue hace diez años, On Your Feet, y antes de ese show vino In The Heights diez años atrás... La misión es que haya más shows, no uno cada década, para representar a nuestra comunidad.SEMANA: El impulso de Lin-Manuel Miranda fue muy relevante a esa causa...P.A.: A Lin lo conozco hace veinte años, y lo invité porque quería su feedback en esta etapa. Vino al show la semana pasada. Lo vio, le encantó. Dijo que era uno de los mejores shows de esta temporada. ¡Se lo recomendó a todo el mundo en su Instagram!

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