Papa Francisco, un devoto del fútbol: amó hasta el final a San Lorenzo y utilizó el deporte para difundir el mensaje de la Iglesia

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Desde que llegó a ser el jerarca de la Iglesia católica, el 13 de marzo del 2013, el argentino Jorge Bergoglio, quien adoptó el nombre de Francisco, dio mucho de qué hablar.Lo primero para señalar es que fue el primer latinoamericano en ser elegido papa y, en segundo lugar, era argentino, una tierra donde se respira tango y fútbol las 24 horas del día, dos pasiones a las que, por supuesto, el fallecido jerarca de los católicos no era ajeno.Amor por San LorenzoUna vez en el trono de San Pedro, se conoció que Bergoglio era socio de San Lorenzo, equipo al que amó hasta el último de sus días y del que siempre fue un fiel seguidor; incluso, se llegó a decir, en los momentos en los que el club flaqueó, que contaba con ayuda divina gracias a que Francisco siempre oraba por él.Y es que quien fuese el socio número 88.235N-0 provocó toda una revolución, tanto en el club como en su entorno, pues los futbolistas, al saber que el representante de Dios en la Tierra era fiel al equipo, parecen haber recibido un envión anímico que, en tan solo un año, los llevó de no ser protagonistas a levantar el título en su país y a ser campeones de la Copa Libertadores en 2014.De hecho, Matías Lammens y Mario Tinelli, presidente y vicepresidente de la institución en esa época, visitaron a Francisco en el Vaticano y le llevaron una camiseta del club, un hecho histórico que reafirmó el amor del ya fallecido papa por el equipo.Durante sus celebraciones religiosas y cuando tuvo la oportunidad de tener contacto con la comunidad, el sumo pontífice no desaprovechó la oportunidad para bendecir las camisetas de San Lorenzo que se volvieron muy comunes en Roma.Francisco y sus encuentros con MaradonaEl que para muchos fue el mejor jugador de la historia, Diego Armando Maradona, visitó al papa Francisco en varias oportunidades; la primera de ella fue en septiembre de 2014, cuando el astro, campeón del mundo con su selección en 1986, le regaló una camiseta de Argentina con su nombre.Ese mismo encuentro se repetiría en 2015 y 2016, años en los que Maradona participó del Partido por la Paz, organizado por la iglesia.Por una promesa, Francisco nunca vio jugar a MessiAunque fue un hincha fervoroso del fútbol, Francisco nunca pudo ver jugar a Messi, ídolo de los argentinos y a quien muchos consideran como el reemplazo de Maradona, pues se encargó de volver a llevar a su selección a ganar un mundial de fútbol.Si bien es cierto que Messi y el papa se han reunido en varias oportunidades, muy pocos saben que Francisco, por una promesa que le hizo a la Virgen del Carmen en 1990, no ve televisión desde entonces, razón por la que no ha podido ver a su selección consagrarse, dos veces de la Copa América, y otra en el Mundial Qatar 2022.Usó el fútbol para evangelizarMás allá de su confeso amor por San Lorenzo, la selección Argentina y por haber recibido a importantes figuras del deporte mundial como Maradona, Messi, Ronaldinho, Mario Balotelli, Fancesco Totti, Thomas Müller, Rafael Santos Borré, Javier Zanetti, Gianluigi Buffon, Javier Mascherano, Carlos Tévez, entre otros, el fútbol fue utilizado por Francisco como una herramienta para difundir sus mensajes y evangelizar alrededor del mundo.De hecho, en sus viajes oficiales, en sus visitas a diferentes países y en sus jornadas con jóvenes, aprovechó frases ligadas al deporte para impulsar mucho más sus reflexiones y dejar huella en quienes lo escucharon.Por ejemplo, durante la vigilia de oración con los jóvenes en Río de Janeiro, el 27 de julio de 2013, Francisco utilizó un símil entre la vida de un deportista y de alguien fiel a Dios: “¿Qué hace un jugador cuando se le llama para formar parte de un equipo? Tiene que entrenarse y entrenarse mucho. Así es nuestra vida de discípulos del Señor”.En otra de sus llamativas apariciones, también pidió que oraran por él para tener un papel destacado al frente de la iglesia, “campo, en el que Dios me puso”.“Les pido que recen por mí, para que también yo, en el campo en el que Dios me puso, pueda jugar un partido honrado y valiente para el bien de todos nosotros”, fue parte de su discurso ente las delegaciones nacionales de fútbol de Italia y Argentina, el 13 de agosto de 2013.Así, Francisco será recordado no solo por llevar a la iglesia a un plano mucho más humano y actualizado en el que abrió la puerta a nuevos caminos, sino como uno de los pontífices que no ocultó su amor por el deporte, en especial por el fútbol, y que aprovechó este camino para darles mucha más fuerza a sus mensajes de amor, paz y fraternidad.

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