La poderosa oración de gratitud que debería rezar por la resurrección de Jesucristo

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Hoy, 20 de domingo, teniendo en cuenta que los feligreses conmemoran la Semana Santa, se recuerda la resurrección de Jesucristo, pilar central de la fe cristiana. Se trata del milagro que dio sentido a las promesas de vida eterna y redención para toda la humanidad. En este contexto de fe, existe una oración especial de gratitud que muchos creyentes rezan para honrar este acontecimiento sagrado. La página oficial de Cáritas Valencia, organismo oficial de la Iglesia para promover la acción caritativa en la diócesis, compartió varias plegarias que no solo celebran la victoria de Cristo sobre la muerte, sino que también invitan a renovar el espíritu de esperanza y amor en cada corazón.Oraciones para rezar el Domingo de PascuaDanos tu corazón resucitadoDanos tu corazón resucitado para sentir que tú vas por delante de nuestra vida, abriendo caminos de Esperanza y Vida, guiando nuestros pasos para llegar a ser aquello que has soñado para nosotros, ser sembradores de tu Esperanza y Vida. Danos, Jesús, un corazón de pobre; capaz de amar, para abrirse y entregarse. Danos un corazón paciente; capaz de amar, viviendo esperanzados. Danos un corazón pacífico; capaz de amar, sembrando la paz en el mundo. Danos un corazón justo; capaz de amar y trabajar por la justicia. Danos un corazón misericordioso; capaz de amar, comprendiendo, acogiendo, curando, perdonando. Danos un corazón sensible; capaz de amar, llorando sin desalientos. Danos un corazón puro; capaz de amar, descubriendo a Dios en cada ser humano. Danos un corazón fuerte; capaz de amar, siendo fiel hasta la muerte. Danos tu corazón, Señor Jesús… un corazón resucitado.Amén.Discípulos del ResucitadoSeñor Jesús, desde hoy, me llamas a ser discípulo tuyo. Me llamas a no tener miedo. Cuando aprenda a compartir mis bienes con los necesitados, sé, Señor, que vives en mí resucitado. Si soy capaz de consolar a quien sufre a mi lado, sé Señor que vives en mí resucitado; si respeto a los que tengo más cerca, sé Señor que vives en mí resucitado; si soy capaz de desprenderme de mis máscaras y de mis egoísmos, sé Señor que vives en mí resucitado; si me comporto ejemplarmente en mi vida familiar, espiritual, profesional y social, sé Señor que vives en mí resucitado. Si soy capaz de no caer una y otra vez en la misma piedra de mis pecados, sé Señor que vives en mí resucitado; si tengo la generosidad de entregarme a Ti de corazón, sé Señor que vives en mí resucitado; si estoy dispuesto a dar mi tiempo por los demás, sé Señor que vives en mí resucitado. Si soy capaz de mirar la realidad con Tus ojos y no según mis necesidades, sé, Señor, que vives en mí resucitado; si aprendo a escucharte cuando me hablas, a ponerme en la disposición interior del silencio y estar atento a lo que me quieres decir, sé Señor que vives en mí resucitado. Te pido, Señor, que el aleluya pascual resuene profundamente en mi corazón, de modo que no sea una mera palabra, sino la expresión de mi misma vida: mi deseo de alabarte y actuar como un verdadero ‘resucitado’.Amén.

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