Este año las condiciones de vida y de derechos humanos del pueblo indígena Wiwa, uno de los que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, se han visto seriamente afectadas por la presencia de grupos armados ilegales en su territorio.
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La oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU envió una alerta sobre los desplazamientos forzados colectivos, los confinamientos, los homicidios selectivos, los secuestros, las amenazas contra los líderes y lideresas, la violencia sexual y, en general, el control social al que están sometidas varias comunidades wiwas, que les impide ejercer su plena autonomía territorial, uno de los principios básicos de su conservación.
"Para los Pueblos Indígenas y, en particular, para el Pueblo Wiwa, un tema fundamental es el ejercicio de la autoridad propia, la protección del territorio, de la naturaleza y vivir una vida en paz que desde 2018 está siendo afectada con la presencia de grupos armados no estatales", aseguró Carlos de la Torre, representante adjunto de la ONU Derechos Humanos.
Carlos de la Torre, representante adjunto de la ONU Derechos Humanos
ONU Derechos Humanos
La situación se ha visto deteriorada este año, en el que la presencia de organizaciones criminales se ha arreciado, acorralando a más de 2.000 indígenas. De hecho, en 2024 por lo menos 680 personas que habitan en Limón, La Laguna, Guamaca y Múcura, resguargos ubicados entre Rioacha, San Juan del César y La Guajira, huyeron de su territorio por la amenaza de los combates entre los grupos que hacen presencia en la zona.
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La Defensoría ya había alertado desde el 2018 la situación de riesgo que vive la población. Voces de las mujeres wiwas también se han sumado al llamado por su protección, exponiendo su preocupación por el reclutamiento forzado que sufren sus niños, niñas y adolescentes, así como la violencia sexual de la que son las principales víctimas. Ellas piden al Gobierno nacional fortalecer su espacio cultural y ancestral, así como una casa y ruta de atención de las violencias basadas en género como medida de prevención.
Desde la Oficina de Derechos Humanos aseguraron que mantendrán el acompañamiento que han brindado al pueblo Wiwa durante más de 15 años, pero además buscarán incidir en las autoridades de orden nacional y local para proteger con medidas concretas la integridad de las comunidades de la Sierra.
Asimismo, aprovecharon la visita que hicieron a este territorio ancestral junto con representantes de las embajadas de Irlanda, Estados Unidos, Reino Unido, Noruega, la Unión Europea y USAID para exigirles a los grupos armados respetar la vida e integridad de los pueblos indígenas.
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SARA VALENTINA QUEVEDO DELGADO
Redacción Justicia
Sara Valentina Quevedo Delgado