Hay alarma y preocupación entre las autoridades y ciudadanía en general de Barranquilla y el área metropolitana por los recientes homicidios en los que se han visto involucradas las mujeres como autoras materiales.
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La comunidad se pregunta ¿qué está pasando? Y ¿cómo las mujeres están cayendo en el mundo del hampa? En menos de un mes, dos han estado presuntamente implicadas en igual número de asesinatos ocurridos en la ciudad.
Hay que recordar que una de ellas ya fue judicializada, mientras que la otra es buscada por los organismos correspondientes, a partir de videos de cámaras de seguridad y recopilación de información de testigos.
El primer hecho en el último mes ocurrió el pasado 16 de septiembre en el barrio Santa Elena, de la localidad Suroriente de Barranquilla, donde un hombre y una mujer llegaron a un establecimiento comercial a bordo de una motocicleta.
Luego, sin mediar palabras y sin bajarse del vehículo, Simoney María Lujano Risco, como fue identificada la presunta sicaria, desenfundó un arma de fuego y disparó en varias ocasiones contra los presentes.
Tras cometer el hecho, tanto la joven de 19 años como su cómplice huyeron del lugar a gran velocidad. Sin embargo, esto no fue impedimento para que uniformados de la institución policial alcanzaran a reaccionar.
“En una rápida reacción, la patrulla de vigilancia interceptó a los sospechosos, quienes atacaron con disparos a los uniformados. Estos tuvieron que responder con sus armas de dotación, lesionando a uno de los presuntos delincuentes”, comunicó la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Simoney fue judicializada.
Archivo particular y Archivo / EL TIEMPO
‘Niquita’ fue judicializada
Una cámara de seguridad registró el momento del ataque sicarial. La víctima, quien fue identificada como Miguel Ángel Barrera Orozco, de 32 años, se encontraba tomando un refresco en la terraza de la tienda cuando fue impactado por la espalda.
En el enfrentamiento a tiros con los presuntos sicarios, unidades de la Policía Metropolitana de Barranquilla lograron capturar a ambos. A Simoney María Lujano Risco le cubrieron las manos con una bolsa y cinta, para verificar rastros de pólvora, como parte de la investigación.
Posteriormente, fue trasladada por los patrulleros a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, en el Centro de Barranquilla, para ponerla a disposición de las autoridades competentes.
Ella está judicializada, le dieron medida privativa de la libertad en El Buen Pastor, por extorsión, y le van a imputar este otro delito
Simoney Lujano, o alias ‘Niquita’, ha estado implicada en por lo menos otros dos casos delictivos. Cámaras de seguridad la captaron disparando contra una vivienda, en Barrio Abajo; y contra un vehículo. No se reportaron personas heridas.
“Ella está judicializada, le dieron medida privativa de la libertad en El Buen Pastor, por extorsión, y le van a imputar este otro delito”, expresó una fuente de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Las características de la presunta sicaria de Madeleine Rossta
Tras un hecho reciente, ocurrido el pasado viernes 4 de octubre, las autoridades están tras el paradero de una presunta sicaria que acabó con la vida de Madeleine Esther Rossta Morales, de 33 años.
Los hechos se registraron pasadas las 6 de la tarde en plena vía pública de la calle 68 con carrera 19 del barrio El Valle, cuando la víctima del acto sicarial se desplazaba en una motocicleta.
De acuerdo con la recopilación de versiones de los testigos, otra mujer le habría disparado en repetidas ocasiones a la ciudadana para posteriormente darse a la huida.
“Todos los testigos coinciden en que fue una mujer la que disparó, una mujer gruesa, de piel trigueña. En videos de cámaras de seguridad, en la ruta, se ve una moto en la que va una mujer con esas características”, reveló la fuente.
Avanzan las investigaciones para dar con los responsables
Agregó que avanzan las investigaciones, empezando por establecer los motivos del asesinato, con el fin de saber por dónde concentrar la operación de búsqueda de los responsables.
En dichas investigaciones, las autoridades tienen bajo la lupa un panfleto, donde, al parecer, la amenazaban a ella y a su pareja sentimental.
Teniendo en cuenta lo anterior, EL TIEMPO consultó a tres expertos que analizaron la participación de mujeres en estos hechos de sangre y estas fueron sus apreciaciones.
Hay dos fenómenos: uno, la instrumentalización de mujeres, adolescentes e incluso adultos mayores
“Hay dos fenómenos: uno, la instrumentalización de mujeres, adolescentes e incluso adultos mayores, porque con ellos la justicia es mucho más garantista, mucho más flexible. Por ejemplo, una mujer es más fácil que le den domiciliaria. En el caso que quede en un centro carcelario, la envían a un centro de mínima seguridad”, indicó un investigador que prefirió no revelar su nombre.
Como segundo fenómeno, agregó: “La oleada delictiva y las capturas de tantos miembros de estas estructuras, ha obligado que las esposas, las hijas, las amantes y las madres, incluso, de los bandidos entren a la banda a ejecutar roles distintos, como tráfico de estupefacientes, cobro de extorsiones y ahora hasta homicidios”.
La dinámica de la violencia armada en la ciudad
Por su parte, el docente y experto en materia de conflicto armado, Luis Fernando Trejos, indicó que, desde hace unos meses, la dinámica de la violencia armada de Barranquilla empezó a cambiar.
“Dentro de esos cambios, se destacaban dos casos puntuales: lo primero era que estaban apareciendo cada vez más mujeres como víctimas de la vendetta entre los grupos ilegales que luchan por el control de la ciudad, y también que estaban apareciendo muchos menores de edad entre las víctimas”, apuntó el analista.
Trejos añadió: “Esto se mantiene, pero además de eso, lo que se estaba viendo y lo ratifica la Policía es que los grupos armados han empezado a reclutar mujeres, ya no solo para que cumplan roles logísticos y de finanzas, sino roles sicariales. Es posible que, ante la novedad de esa situación, estén tratando de no llamar la atención de las autoridades. Esto es preocupante, porque evidencia una degradación acelerada de la violencia armada en Barranquilla y el área metropolitana”.
Evolución en las últimas dos décadas
Instantes en que uno de los jóvenes lanza un artefacto contra la otra banda.
Captura de video
A su turno, el expersonero del Distrito, Arturo García Medrano, señaló que este proceso está articulado a una evolución al menos histórica en las últimas dos décadas, con la potenciación del pandillismo y el manejo de las redes sociales.
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“Estamos hablando de una articulación de cerca de 287 grupos, subgrupos y ramificaciones identificadas, formados por niños, niñas y adolescentes, hombres y mujeres, en donde en el análisis de la evolución del pensamiento dentro de estos perfiles se identifica que la mujer cumple al menos el 40 % del papel jalonador del crecimiento de los grupos pandilleros, muchas de ellas víctimas”, manifestó García.
A eso le sumó las preocupantes cifras en materia del crimen. Apuntó que en el mes de agosto se registraron 92 asesinatos y en el mes de septiembre se contabilizaron 86 asesinatos.
“Nos están mostrando que el año 2024 ha sido el año donde el incremento de la violencia ha seguido avanzando y fortaleciéndose. En ello, la mujer juega un papel importante, desafortunadamente. Se ha convertido también en instrumento jalonador de la violencia, el hecho de la aparición de mujeres en el ejercicio de sicariato, al igual que en la participación de la violencia, relacionado a temas desde la educación en los centros de educación y en los barrios, como lo es el matoneo y los enfrentamientos en redes sociales. La problemática de la participación de la mujer en el sicariato no es nueva, ha venido creciendo”, cerró el experto en materia de seguridad.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO
Barranquilla
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