Ante eventos tan destructivos y descomunales como el huracán Helene y ahora Milton -que afectaron severamente a la Florida-, la lógica apunta a que se dejen de lado las rencillas partidistas para trabajar de la mano en pro de las víctimas y los esfuerzos de reconstrucción. Pero, nada más distante de esa realidad ocurre en Estados Unidos.
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A escasas cuatro semanas de las elecciones presidenciales y en medio de una polarización extrema como la que se vive, los desastres naturales se han convertido en el epicentro de la contienda electoral y línea de ataque preferida entre rivales.
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Huracán Milton.
Archivo particular
Particularmente de Donald Trump, quien lleva más de 10 días criticando a la administración de Joe Biden –y por ende de su rival de campaña Kamala Harris- según ha dicho, por “abandonar” a los estados que se han visto más afectados tras los desastres naturales.
En gran parte, el candidato republicano acudió a un nuevo diluvio de desinformación junto con sectores afines a su campaña que por momentos ha rayado en lo absurdo.
Trump ha sugerido que la administración Biden-Harris ha manipulado el clima para que impacte específicamente en estados de mayoría republicana
Entre la serie de teorías de conspiración que han ganado tracción en redes sociales de derecha, se destaca la que sostiene que los demócratas y la actual administración han manipulado el clima para que impacte específicamente en estados de mayoría republicana como Georgia y Carolina del Norte para poder ganar las elecciones.
Otra apunta a que los huracanes son un plan del Gobierno para apropiarse de sectores de Carolina del Norte y explotar sus minas de litio.
Trump, por su parte, ha sugerido que la administración Biden-Harris está concentrando sus esfuerzos en áreas donde viven votantes demócratas mientras olvidan zonas pobladas por republicanos.
Así mismo, y como ya es costumbre, Trump le encontró a la catástrofe un ángulo migratorio.
La gente compra suministros en una tienda de comestibles mientras se preparan para el huracán Milton en Bradenton, Florida, EE.UU., 09 de octubre de 2024.
EFE
Según el expresidente, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (Fema por su sigla en inglés), que es la que asiste a los estados en estos casos de emergencia, no tiene recursos porque los gastó todos albergando a inmigrantes ilegales en hoteles cinco estrellas de Nueva York y otras ciudades.
Algo que es falso, como han demostrado informes de diversos medios de comunicación.
Si bien Fema destina recursos para proporcionar alojamiento a inmigrantes que están legalmente en el país -no ilegales- estos salen de un presupuesto específico aprobado por el Congreso exclusivamente para este fin y nada tiene que ver con los fondos que dispone para desastres naturales, otra partida separada y también bajo mandato del legislativo.
La administración ya ha entregado más de 210 millones de dólares en ayudas y financiará el cien por ciento del costo asociado con remoción de escombros
El expresidente ha criticado, de paso, los 750 dólares por persona que Fema autorizó para los afectados por Helene, catalogando la suma como una “burla”. Así mismo, insiste en que el dinero es un préstamo que tendrán que devolver o si no el estado les confiscará sus casas.
La Agencia ha dejado claro que la ayuda, que se trata de una donación no un préstamo, es una cuota de emergencia inicial para que las personas puedan comprar artículos de primera necesidad y que en el futuro próximo estarán disponibles más recursos destacando que la administración ya ha entregado más de 210 millones de dólares en ayudas y financiará el cien por ciento del costo asociado con remoción de escombros y otras medidas de emergencia.
Ola de desinformación pone en riesgo trabajo de las autoridades
Cruz Roja de Estados Unidos.
American Red Cross
La ola desinformación está teniendo un alto impacto, pues muchos han comenzado a desconfiar de la Fema y otras organizaciones como la Cruz Roja, que colaboran en los esfuerzos.
Es el colmo de la irresponsabilidad y, francamente, la insensibilidad. Hay vidas literalmente en juego...
Funcionarios del gobierno, organismos de socorro e incluso políticos republicanos en estos estados le han salido al paso a los rumores advirtiendo que dificultan las labores y solo añaden a la miseria que ya padecen las víctimas.
“Es el colmo de la irresponsabilidad y, francamente, la insensibilidad. Hay vidas literalmente en juego en este momento, seres humanos reales que lo están perdiendo todo. Pero Trump está politizando esto para sus objetivos personales. La falta de empatía a un nivel tan básico es vergonzosa”, dijo Harris cuando se le preguntó al respecto.
¿Cuál es la estrategia de Donald Trump?
Donald Trump.
AFP / EFE/Alguacil Condado Martin
Pero, con unas elecciones tan apretadas como las actuales y donde hay tanto en juego, todo parece valer.
De acuerdo con Aaron Blake, analista político del Washington Post, la estrategia de Trump es clara: Harris, como representante del actual gobierno, será juzgada por la efectividad de la respuesta del gobierno frente a los huracanes. Particularmente en dos estados, Georgia y Carolina del Norte, donde necesita ganar y que actualmente registran un empate técnico.
“Pintar las acciones del gobierno como deficientes y partidistas podrían inclinar la balanza de los que aún están indecisos”, dice el experto.
La historia demuestra, además, que este tipo de eventos naturales pueden tener consecuencias políticas concretas dependiendo de cómo se manejen.
Según Blake, tan influyentes pueden ser este tipo de eventos, que bien podrían catalogarse los actuales -Helene y Milton- como la “sorpresa de octubre” que termine inclinando el resultado de las elecciones
Por ejemplo, la cuestionada respuesta de George W. Bush al huracán Katrina en el 2005 les costó a los republicanos el control del Congreso en las elecciones del año siguiente.
Bush padre también sufrió en la Florida en las elecciones de 1992 como consecuencia del paso del huracán Andrew por ese estado.
Según Blake, tan influyentes pueden ser este tipo de eventos, que bien podrían catalogarse los actuales -Helene y Milton- como la “sorpresa de octubre” que termine inclinando el resultado de las elecciones.
Aunque los demócratas están a la defensiva -por ser los responsables de los esfuerzos de recuperación- tienen a disposición su propia arma para golpear a la oposición: la ferocidad actual de los huracanes es consecuencia del cambio climático, un concepto que tanto Trump como muchos republicanos niegan.
Y eso también podría pesar en los votantes a la hora de tomar una decisión final.
¿Imposibilidad para votar ante destrozos de los huracanes?
Se estima que muchos colegios y demás lugares donde se instalan los centros de votación estarán destruidos para entonces.
TANNEN MAURY /EFE
Pero, hay otro factor que por demás es igualmente difícil de medir y que, quizá, termine provocando su propio impacto.
En gran medida, el grueso de los destrozos que dejó Helena -y probablemente Milton- se concentraron en zonas de Carolina del Norte y Georgia donde los republicanos son la gran mayoría, lo cual podría disminuir su caudal de participación bien sea por que decidan reubicarse en otros estados o por dificultades propias para votar en las zonas devastadas.
Un informe que hizo el Centro Brennan para la Justicia para medir el impacto electoral del huracán Michael en los comicios legislativos del 2018 ubicó en un siete por ciento la disminución del voto como consecuencia directa del desastre natural.
Y en unas elecciones tan reñidas como las que se viven entre Kamala Harris y Donald Trump cualquier margen, así sea mínimo, podría ser la diferencia entre un triunfo o la derrota.
De momento, nadie lo sabe. Y como suele suceder con este tipo de eventos, la narrativa solo emerge varias semanas después y dependerá mucho de la realidad en el terreno. Pero, lo que sí es claro es que los huracanes se han convertido, de la noche a la mañana, en toda una tormenta política de alto impacto en la recta final por hacerse con la Casa Blanca.
SERGIO GÓMEZ MASERI - Corresponsal de EL TIEMPO - Washington
Sergio Gomez Maseri