Victor Mather
A medida que se vuelve más claro el alcance de la devastación causada por el huracán Helene, un monumento estadounidense que beneficia a docenas de poblados enfrenta a una destrucción histórica: el Sendero de los Apalaches.
El sendero de 3 mil 540 kilómetros a lo largo de la costa este de Estados Unidos y el sudeste atrae a millones de excursionistas cada año y aporta un impulso económico a los pueblos a lo largo de la ruta. Pero el huracán Helene se convirtió recientemente en el desastre natural más destructivo que haya visto el sendero centenario, arrancando árboles, destruyendo puentes y arrasando con escalones de piedra, haciendo intransitables grandes porciones, reporta la entidad de conservación que lo administra.
Los daños por inundaciones, fuertes vientos y tornados estuvieron presentes en muchos de los 14 Estados que toca la ruta, dijo el Appalachian Trail Conservancy.
“El alcance y la magnitud son históricos”, dijo Sandi Marra, presidenta de la organización, sobre los daños. Aunque aún no era posible evaluar su grado total, anticipaba que fuera generalizado.
La entidad de conservación planea evaluar los daños y priorizar las áreas más afectadas, dijo Marra, pero el calendario para limpiar y reconstruir el sendero no será rápido.
“No puedo imaginar que esté normal para el 2025”, dijo.
Es posible que sea necesario volver a trazar algunas partes del sendero, obligando a los excursionistas a utilizar las carreteras, dijo. Es posible que los estacionamientos en los accesos al sendero hayan sido arrasados y que tanto los puentes pequeños para excursionistas como los puentes de carretera utilizados para llegar al sendero hayan desaparecido.
El sitio web de la entidad señala que muchos de los poblados también están exhortando a los visitantes a no venir para poder priorizar la recuperación. En toda la región, el huracán hizo caer agua y lodo de las montañas. Como resultado del diluvio, algunos pueblos pequeños quedaron prácticamente aisladas del mundo exterior.
“Nadie puede recorrer el sendero de los Apalaches sin estas comunidades”, dijo Gary Sizer, quien recorrió el sendero en el 2014.
La entidad de conservación recomienda a los excursionistas que se mantengan alejados del sendero en algunas partes. Y los bosques nacionales por los que pasa el sendero en Carolina del Norte, Tennessee y Virginia están cerrados.
La tormenta ha vuelto “precarias y peligrosas” a partes del sendero, afirma Janet Hensley, quien ayuda a los excursionistas desde una camioneta todos los años y muchos de ellos la conocen como Miss Janet. “Puedes pasar medio día atravesando un grupo de árboles que bloquean el camino”, dijo Hensley sobre los daños.
Las comunidades en la trayectoria del huracán, que cobró más de 200 vidas, aún sufren cortes de energía, escasez de agua y fallas en las comunicaciones. “Hay gente que literalmente batalla para conseguir agua y comida”, dijo Marra sobre los residentes.
Durante décadas, el Sendero de los Apalaches ha tenido un atractivo especial para los excursionistas, con muchos intentando, y los más intrépidos logrando, recorrerlo por completo.
“Es un sendero muy diverso”, dijo Sizer. “En Georgia, es un lugar exuberante y húmedo, con colinas onduladas, algo tranquilo. Carolina del Norte es tu primera experiencia por encima de la línea de árboles. Para cuando llegas al norte, literalmente estás escalando mano a mano, no solo estás caminando”.
Una semana antes de que Helene tocara tierra en Florida, Tara Dower, de 31 años, completó el recorrido de norte a sur en sólo 40 días, aclamado como un nuevo récord en el Sendero de los Apalaches.
Los excursionistas comunes, que tardan de cinco a siete meses en recorrer el sendero completo, enfrentan muchos retos incluso en tiempos más leves. Sizer dijo que en las Montañas Blancas de New Hampshire se había topado con una tormenta “con vientos tan fuertes que pensé que alguien me había tackleado”.