El señalado narcotraficante Óscar Camargo, alias ‘Pichi’, no necesitó de ningún sofisticado plan para engañar a quienes verificaban que cumpliera con su detención domiciliaria y escabullirse; le bastó con apagar un mecanismo electrónico y simplemente salir del domicilio del barrio El Poblado de Medellín, en el que cumplía con esa restricción, y escaparse.
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De acuerdo con informes de organismos de seguridad, la gravedad de ‘Pichi’ en el mundo delincuencial es tal que ha sido denominado como el ‘Pablo Escobar Bumangués’. Su prontuario tiene ya una antigüedad de 20 años y varias entradas a la cárcel.
La última de ellas fue en diciembre de 2020, en un operativo policial efectuado en una finca de Envigado, siendo señalado entonces como cabecilla de una red de narcotráfico y sicariato que operaba en Bucaramanga. De él se dice que ha controlado hasta el 70 % del expendio de estupefacientes en la capital santandereana.
Después de eso permaneció en una celda de Valledupar y, de acuerdo con informes de inteligencia, continuaba con sus acciones delictivas. Hace poco fue noticia porque se dijo que el Gobierno del presidente Gustavo Petro lo había nombrado gestor de paz y le había otorgado la libertad.
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Luego del revuelo mediático se supo que un juez le había otorgado la libertad domiciliaria y que en virtud de ese beneficio estaba en una casa de un exclusivo barrio de Medellín.
Según le confirmó a EL COLOMBIANO una fuente del Instituto Carcelario y Penitenciario (Inpec), sus funcionarios le hicieron una visita de verificación este jueves en la tarde y comprobaron que no había nada anormal y que ‘Pichi’ estaba en su residencia. De ello dejaron evidencia en una foto donde aparece posando parado, vestido todo de negro.
Sin embargo, aproximadamente a los 15 minutos de haber terminado la diligencia recibieron una señal de alerta desde el centro de monitoreo y retornaron al inmueble, donde comprobaron que ya el recluso no estaba en el sitio.
La misma fuente indicó que previamente el Inpec le había notificado al juez que lleva el caso de Camargo sobre 14 infracciones a la medida de prisión domiciliaria que pesaba contra este, en las que el mecanismo electrónico del brazalete se había “disparado” lo que daría pie a revocarle esa gabela, pero no obstante eso no se había tomado ninguna decisión.
“El Inpec no pude dejarle vigilancia permanente y quien le revoca la medida de detención domiciliaria es la juez”, añadió.
Aunque es ilegal, se han detectado muchos casos quienes tienen la casa por cárcel hacen trampa, pues saben que cuando les hacen la visita de verificación normalmente los agentes del Inpec se demoran entre 24 a 48 horas en volver y por eso salen a la calle.
El procedimiento cuando se comprueba una circunstancia de estas es pasar revista de nuevo a las 24 horas y luego a las 72 horas para confirmar que se haya cometido la infracción y así habría ocurrido en las anteriores ocasiones de ‘Pichi’, solo que esta última vez se despegó el mecanismo del cuerpo y lo apagó.
Organismos de seguridad registran que Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’, comenzó su actuar delincuencial en 2006, con la venta de estupefacientes en el barrio San Rafael y el norte de Bucaramanga. En ese entonces su estructura era conocida como ‘Los Pichi’ o ‘Los de San Rafa’.
En pocos años se habría extendido al Magdalena Medio y tenía a su servicio un grupo armado. Es así que se radicó en Barranquilla y luego viajó a Venezuela para evadir a las autoridades.
En octubre de 2015, fue capturado en Floridablanca (Santander), pero 36 días después se fugó durante una cita médica en un centro asistencial. En 2018 la Policía lo recapturó; volvió a quedar libre y fue recapturado en 2020 en el sur del Valle de Aburrá.