Un hombre en Japón fue absuelto a sus 88 años tras pasar 46 de ellos en prisión, sentenciado a la pena capital por asesinato. Es el condenado que más tiempo ha permanecido en el llamado corredor de la muerte. Su hermana asegura que ha sido, naturalmente, una espera muy larga.
Iwao Hakamada había sido enviado al olvido de una celda, con la amenaza de la ejecución, por el presunto asesinato de su jefe, la esposa de este y sus dos hijos. Hakamada era boxeador y pasó 46 de sus 88 años de vida en el corredor de la muerte.
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Debido a su avanzada edad, Hakamada no acudió al Tribunal del Distrito de Shizuoka, en donde se dio a conocer el fallo en el que se le declaró inocente. En su representación fue su hermana Hideko Hakamada.
“Hemos ganado la absolución, todo gracias a su apoyo. Gracias por tanto tiempo. A todos, muchas gracias”, manifestó Hideko.
Acusado en 1966, Hakamada reconoció en un principio los asesinatos, pero luego se retractó y alegó que su confesión estuvo forzada por brutales interrogatorios.
Pero en 2014, un tribunal admitió dudas sobre la sentencia. Sus abogados también argumentaron que algunas pruebas usadas en el juicio, como unas prendas ensangrentadas encontradas un año después, fueron fabricadas por la Policía o los investigadores, y el ADN hallado no correspondía al acusado.
¿Qué dijo el abogado de Hakamada tras la absolución de su cliente?
“El tribunal dijo claramente que esta importante evidencia había sido inventada, por lo que ahora los fiscales ya no tienen ningún medio para probar la condena. El tribunal también dijo que otras pruebas presentadas no son lo suficientemente sólidas para demostrar que el señor Hakamada fue el criminal, por lo que no tienen mucha validez”, adujo Hideyo Ogawa, abogado de Hakamada.
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El caso se ha convertido en un símbolo para los partidarios de eliminar la pena de muerte en Japón, una práctica que cuenta con un amplio respaldo en la sociedad y que los responsables políticos no parecen tener intención de abolir.