El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, amenazó el domingo a Irán de bombardeos parecidos a los que llevó a cabo en Gaza y Beirut, en caso de ataque a Israel. Mientras tanto un medio local iraní, citando una fuente militar, dijo que Teherán ya tiene preparado su plan de respuesta en caso de que Israel ataque el territorio iraní.
“Los iraníes no alcanzaron las capacidades de la fuerza aérea, ningún avión fue dañado, ningún escuadrón quedó fuera de servicio”, afirmó el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, en la base de Nevatim, blanco del reciente ataque iraní.
“Quien piense que un simple intento de lastimarnos nos disuadirá de actuar, tendría que mirar [nuestros logros] en Gaza y Beirut”, agregó.
“El proyecto para la necesaria respuesta frente a una posible acción de los sionistas está totalmente preparado”, indicó por su parte la agencia de noticias Tasnim, citando una fuente militar.
“Si Israel actúa, no hay duda de que el contraataque iraní se llevará a cabo”, agregó.
Irán “posee una lista de numerosos objetivos israelíes”, y la operación del martes “mostró que podemos destrozar cualquier lugar que nos interese”, añadió la fuente.
El jefe de la diplomacia iraní, Abás Araqchi, advirtió la víspera que “por cada acción, habrá una reacción proporcional y similar de Irán, e incluso con más fuerza”.
Este domingo, el ministro iraní de Petróleo, Mohsen Paknejad, visitó unas instalaciones de producción de crudo claves, que podrían ser blanco de ataques israelíes.
Durante esta visita, el ministro se reunió con el general Mohamad Hosein Bargahi, comandante de la 4ª región de la Marina de los Guardianes de la Revolución (el ejército ideológico de la República Islámica), a cargo de garantizar la seguridad de la zona.
El presidente estadounidense, Joe Biden, desaconsejó el viernes a Israel atacar las instalaciones petroleras de Irán, uno de los diez mayores productores de crudo del mundo.
Irán lanzó el martes 200 misiles contra el territorio de Israel, en su segundo ataque directo contra su archienemigo, después de una andanada de misiles y drones en abril.
La República Islámica indicó que su ataque fue una represalia por el asesinato en Líbano del jefe de Hezbolá, Hasan Nasralá, y de un destacado general iraní, Abás Nilforushan, muertos en un bombardeo israelí el 27 de septiembre.