Ximena Vargas Ochoa, una joven de 18 años de Santa Marta, atraviesa por una difícil situación después de someterse a una sencilla intervención para colocarse unos aretes en un almacén de accesorios en un centro comercial de la ciudad.
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Según informó el medio Última Hora Magdalena, Ximena visitó el establecimiento con la intención de realizarse el procedimiento, pero lo que parecía ser algo común se convirtió en una pesadilla. Al día siguiente de la intervención, su oreja izquierda amaneció hinchada y posteriormente infectada, lo que la obligó a acudir de urgencia a una clínica de la ciudad.
Después de una intervención quirúrgica para evitar daños mayores, Ximena enfrenta serias dificultades, ya que habría perdido parcialmente la audición en su oído izquierdo, no ha podido cumplir con sus compromisos laborales y sufre intensos dolores que le impiden dormir.
De acuerdo con el medio mencionado, el establecimiento donde se realizó el procedimiento se negó a ofrecer asistencia, alegando que la persona que realizó el trabajo ya no laboraba allí y que no podían ofrecer ayuda sin una factura que probara que el servicio fue realizado en su local.
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La joven decidió emprender acciones legales contra el establecimiento y exige una compensación por los daños físicos y económicos ocasionados.
El caso de Ximena, quien casi pierde su oreja tras colocarse unos aretes resalta la importancia de informarse antes de optar por tratamientos estéticos. La falta de control en estos procedimientos puede llevar a complicaciones serias, como infecciones y daños permanentes.