La justicia europea estableció el viernes que la nacionalidad y el sexo son suficientes para que un país miembro de la Unión Europea (UE) otorgue el asilo a mujeres afganas, objeto de medidas discriminatorias desde el regreso al poder de los talibanes.
“Las autoridades competentes de los Estados miembros pueden considerar que no es necesario que se acredite que las solicitantes corren un riesgo efectivo y específico de ser objeto de actos de persecución si regresan a su país de origen”, indicó una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
“Basta con tomar en consideración su nacionalidad y sexo”, añadió el tribunal con sede en Luxemburgo, pronunciándose sobre el caso de dos afganas a las que las autoridades austriacas rechazaron reconocerles el estatuto de refugiadas.
El TJUE juzgó que tanto el matrimonio forzado, “asimilable a una forma de esclavitud”, como “la falta de protección contra la violencia de género y la violencia doméstica” constituyen “actos de persecución”.
El “efecto acumulativo” y la aplicación “deliberada y sistemática” de medidas discriminatorias “llevan a negar de manera flagrante los derechos fundamentales vinculados a la dignidad humana”, añadió.
Aunque los Estados miembros de la UE siguen siendo soberanos para decidir si conceden o no asilo, las decisiones del TJUE suelen sentar un precedente.
Dentro del bloque europeo, Suecia, Finlandia y Dinamarca ya otorgan el estatuto de refugiado a las mujeres afganas.
En Francia, la Corte Nacional de Derecho de Asilo (CNDA) dictaminó en julio que “todas las mujeres afganas”, como “grupo social”, podían aspirar a obtener el asilo.
Desde su vuelta al poder en agosto de 2021, los talibanes aplican una interpretación ultrarrigorista del Islam y multiplican las medidas represivas contra las mujeres, una política calificada por la ONU de “apartheid de género”.