Paola Peña todavía no supera el momento que marcó esta etapa de su vida. Eso de deduce de una entrevista reciente que dio a través de un podcast, en la que entregó más detalles del ataque que recibió de su expareja, el patrullero Jhon Camargo.
“Dije: ‘Ya me morí’”: con la voz entrecortada, Paola narró cómo su ex la atacó mientras salía de un motel en Kennedy. Atravesó todo un infierno aquella noche, dice.
En una nueva aparición, la mujer contó qué fue lo que pasó al interior de la residencia donde estaba con Fernando, una persona con la que buscaba darse una nueva oportunidad en el amor.
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En conversación con el podcast ‘Más allá del Silencio’, Paola Peña aclaró que ella no ingresó al motel con un “amante”, como muchos habían indicado, sino que tanto ella como Fernando estaban solteros. Además, especificó que nunca estuvo casada con Jhon.
La mujer recalcó: “Fernando es una persona soltera y pues yo, en ese momento, estaba soltera”, esto debido a que terminó su relación con el patrullero en diciembre de 2023 luego de que -dice- él la empezó a maltratar.
Caso de mujer atacada por un policía en motel del sur de Bogotá
La historia de terror para Paola empezó como una llena de ilusión el 7 de septiembre. La víctima narró: “El sábado celebramos los 11 años de mi spa, él (Fernando) cantó. Al otro día me invitó a almorzar. Me preguntó antes, el sábado, qué había pasado en todo ese tiempo de no vernos, me preguntó si estaba soltera, no le di muchas explicaciones porque ya había terminado una relación y no estaba el momento adecuado para decirle: ‘Mira, pasó esto, es mi exnovio, viví esto, no’”.
Salieron el domingo 8 de septiembre y fueron al cine. Tras pasar toda la tarde juntos, sobre las 9:00 p.m., se dirigieron al motel Las Vegas, en la localidad de Kennedy, sur de Bogotá, muy cerca del spa donde trabaja Paola.
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Cuando ya se disponían a dejar la edificación, a la que habían entrado en el carro de la mujer, Fernando se subió al vehículo y cuando Paola iba a hacer lo mismo, Jhon apareció.
“Jhon me dijo: ‘Paola’, pero de una vez me mostró el arma. Yo tengo problema de rodilla, no pude correr porque me hubiese ido hacia atrás, a esconderme, no sé, y lo único que hice fue saltar al carro, sentarme en el carro. Ahí empezaron todos los disparos, uno, dos, tres”, afirmó la víctima del patrullero.
Luego “siento el primer impacto, después el segundo. En el segundo sentí que se me rompió como el tímpano. Ese sonido era vibrante, no sé cómo explicarlo. Sentí que la cara se me estalló toda, o sea, el ojo, el cerebro y sentí todos los pedazos por dentro. Yo dije: ‘Ya me morí’, y pensé en mis dos hijos, que se van a quedar solos. El tercero fue este (el del maxilar), ahí empecé a botar mucha sangre. Lo miré y cerré los ojos”.
Como si hubiera regresado del mismísimo infierno, la mujer despertó al escuchar a Fernando decirle: “Paola, no se me muera”. Ella abrió los ojos y notó que su compañero tenía un disparo en el hombro y que Jhon, quien le disparó a tan solo un metro y medio de distancia, estaba muerto. El patrullero se quitó la vida.
Recalcó que luego Fernando le explicó: “Paola, usted murió, revivió y cuando yo vi que abrió los ojos simplemente empecé a gritar que una ambulancia”.
Antes de que la trasladaran al Hospital de Kennedy para que la atendieran, vio que la familia de Jhon llegó al sitio y “empezaron a acusar a Fernando. Entonces el papá le gritaba: ‘Usted lo mató, ese carro es robado, ese carro es de mi hijo’”.
Por esas acusaciones, la Policía esposó a Fernando y lo subieron junto con Paola al platón de una patrulla para llevarlos al centro médico.