La muerte de la antioqueña Leidy Johana Rendón Quintana ha estado rodeada de misterio desde que su cuerpo fue hallado, fragmentado con crueldad, en dos puntos distintos de las calles de Yopal, en el departamento de Casanare, donde dicen que hace mucho no ocurría algo así. Las autoridades no han podido dar con el paradero de los responsables y la hipótesis que cobra más fuerza, entre tres que han contemplado, es que se trataría de un feminicidio.
Una persona que iba caminando por el sector conocido como La Bendición reportó ante las autoridades el primer hallazgo. Pronto se regó la noticia que conmocionó a la ciudad y que llevó a convocar un consejo extraordinario de seguridad. En las primeras versiones oficiales había más dudas que certezas, no tenían una identidad ni una procedencia de la víctima, no sabían si era hombre o mujer, si era migrante o colombiana, si vivía en el sector en el que la encontraron, donde tenían otros reportes de personas dadas por desaparecidas.
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Los resultados de los análisis forenses empezaron a dar luces, aunque todavía hay sombras. Cuando identificaron a Leidy Johana supieron que había nacido en 1996 y que era oriunda de Segovia, Nordeste antioqueño. De acuerdo con los datos que han podido recolectar, se sabe que no habría llevado más de año y medio viviendo en Casanare, donde todavía permanece su cuerpo.
El secretario de Gobierno de Yopal, Jorge Andrés Rodríguez, explicó a El Colombiano que las tres hipótesis que han manejado en este caso es la del presunto feminicidio, pues se cree que Leidy Johana habría tenido una relación muy problemática con un hombre; la de trata de personas de parte de algún grupo ilegal y la de un posible ajuste de cuentas por microtráfico. No obstante, en este momento, la más fuerte en la primera y la segunda, tal vez la más débil.
Por su lado, el coronel Giovanny Barrero, comandante del Departamento de Policía de Casanare, dijo inicialmente en rueda de prensa que, al parecer, Leidy Johana tenía una relación sentimental “bastante conflictiva” e, incluso, le envió un mensaje a quien fuera su pareja para que se presentara de forma voluntaria a aclarar la situación. Hasta el momento no hay noticias de que alguien se haya acercado.
Posteriormente, el coronel afirmó que la víctima no tenía un lugar de residencia formal en Yopal, que hoy la hipótesis más fuerte es la del presunto feminicidio y que avanzan en las indagaciones y labores de inteligencia para recolectar información y pruebas. De todas formas, como señaló el secretario Rodríguez, tampoco se ha descartado del todo que detrás de este hecho aberrante estén grupos delincuenciales u organizados ilegales. Esto, porque según las pesquisas, a Leidy Johana la habrían visto en un sector donde hay incluso convergencia del Eln y el Clan del Golfo.
El caso es que cuando identificaron a Leidy Johana también empezó la búsqueda de su familia en Segovia. Según reseñó el medio Casanare Noticias, la familia, con la que El Colombiano no logró contactarse, habría manifestado que no tenía dinero para desplazarse hasta Yopal por el cuerpo y trasladarlo a Antioquia.
Pero hay un hecho todavía más preocupante sobre el que las autoridades tienen versiones encontradas. El secretario de Gobierno indicó que estaban buscando establecer el paradero de un niño de 7 años desaparecido, que habría estado con Leidy Johana y que podría ser su hijo, una versión que también han informado medios de comunicación locales. Sin embargo, el coronel Barrero señaló que no es cierto que haya un menor de edad desaparecido y que se sabe que la mujer tenía tres hijos que estarían bajo el cuidado de la abuela en Segovia, quien manifestó a las autoridades, dijo el comandante, que hacía dos años no hablaba con Leidy Johana y que en ese entonces estaba en Sucre.
Tras conocerse este caso, Óscar Yesid Zapata, defensor de derechos humanos de la fundación Sumapaz, hizo un llamado para que se investigue si en efecto hay un niño desaparecido y se mantengan las búsquedas. Asimismo, pidió celeridad en las indagaciones que permitan establecer quiénes asesinaron a Leidy Johana, en especial al creerse que puede ser un feminicidio: “Independiente de cuál sea el móvil es un crimen doloroso, atroz y peor aún el hecho de que el niño pueda estar desparecido, es una cosa muy brutal. Y, además, que la familia no haya tenido las condiciones económicas es algo muy doloroso”.
Entre tanto, las autoridades en Casanare siguen investigando este caso. El coronel proyecta que se va a capturar al responsable y que se podrá esclarecer el hecho, y aunque dijo que son esporádicos los casos de feminicidios en el departamento, aclaró que sí tienen altos índices de violencia intrafamiliar que los preocupan mucho, por lo cual han incrementado campañas de prevención.
“Este crimen es una muestra de la degradación total, lo rechazamos enfáticamente, reclamamos justicia y ojalá se aclare lo del niño”, manifestó el líder social volviendo al caso de Leidy Johana.