En medio de las versiones encontradas sobre el brutal asesinato de la antioqueña Leidy Johana Rendón Quintana en Casanare, la familia afirmó este miércoles 16 de octubre que sí están buscando noticias del hijo de la mujer, de quien no saben nada desde que se enteraron del hecho, cuya hipótesis principal es que se habría tratado de un feminicidio.
El caso de Leidy Johana, oriunda de Segovia, Nordeste antioqueño, conmocionó desde hace algunos días a los habitantes de Yopal, capital de Casanare, luego de que su cuerpo fuera encontrado en dos puntos distintos del sector conocido como La Bendición, según confirmaron las autoridades locales.
Al principio, sin una identidad, las tres hipótesis que manejaron las autoridades fueron un posible caso de trata de personas, un presunto ajuste de cuentas de grupos delincuenciales por microtráfico y un presunto feminicidio. El coronel Giovanny Barrero, comandante del Departamento de Policía de Casanare, afirmó que la tercera es la que ha cobrado más fuerza, si bien, aún no se tiene reporte de ninguna captura y la investigación continúa.
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Posteriormente, cuando lograron identificar a la víctima y comunicarse con su familia en Segovia, trascendió que no tuvieron forma ni recursos para trasladar el cuerpo a Antioquia, por lo cual lo sepultaron en Yopal. Pero lo que más preocupación ha generado en esta etapa del caso es la suerte de un niño de entre 4 y 5 años, hijo de Leidy Johana y de quien la familia de ella dice que no tiene noticias.
El secretario de Gobierno de Yopal, Jorge Andrés Rodríguez, le dijo a El Colombiano, medio aliado de Pulzo, que estaban tratando de determinar el paradero del menor de edad, luego de enterarse de que algunos familiares en Antioquia lo estaban buscando. Familiares de Leidy Johana, que pidieron reserva para garantizar su seguridad, confirmaron esta mañana que el niño se llama Maximiliano Rendón y que ellos lo vieron nacer y crecer sus dos primeros años en Segovia antes de que la madre se lo llevara para el sur de Bolívar.
Una familiar de la víctima contó que en la poca comunicación que habían tenido con ella después de eso sabían que el niño estaba bien y que estaba bajo el cuidado también de familiares paternos. Sin embargo, hace dos meses, tras hablar con un tío, Leidy Johana les dijo que estaba con el niño y les mandó una foto en la que aparecía con él.
Por eso, tras conocerse el homicidio y sus condiciones tan crueles, la familia se preguntó dónde estaba el menor de edad, en especial porque una persona que dijo ser de Casanare les escribió tras el crimen y les dijo que habían visto hace poco a madre e hijo en un parque: “Estamos reportando esto a ver si por lo menos un familiar del papá, la mamá de él o quien tenga al niño nos diga que está bien. Empezamos con la búsqueda debido a lo que le pasó a ella, como fueron los hechos”.
La familia sostuvo que la persona que les escribió desde Casanare no les dio su nombre ni más pistas sobre el paradero del menor de edad. También han enviado mensajes por redes sociales a personas que rastrearon en el perfil de Leidy Johana que podrían conocerla y tener información de Maximiliano, pero no han logrado una respuesta.
Inicialmente, el coronel Barrero dijo que tenían información de que los tres hijos de la víctima estaban con la familia materna en Antioquia. Sin embargo, los familiares con los que conversó El Colombiano aseguraron que solo dos de ellos, el mayor y el del medio, están bajo cuidado de familiares, pero que ella se había llevado a Maximiliano cuando partió, por lo cual no saben quién le brinda la protección.
La familia de Leidy Johana en Segovia creó una imagen que circula por redes sociales con la foto de Maximiliano y un teléfono que habilitaron solo para este fin, con el fin de que cualquier persona que sepa algo del menor de edad los llame y les de la tranquilidad, por lo menos, de saber dónde, con quién y en cuáles condiciones está el pequeño. Aunque un fiscal de Segovia los está orientando, tal vez en la Gobernación de Antioquia o la Policía departamental, creen, puedan ayudarlos a gestionar lo que haga falta para concretar esa noticia.
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En Casanare las autoridades siguen investigando cuáles son los móviles detrás de este atroz asesinato y esperan tener capturas. Organizaciones de derechos humanos mantienen el llamado para agilizar las indagaciones y la búsqueda del menor de edad. “Independiente de cuál sea el móvil es un crimen doloroso, atroz y peor aún el hecho de que el niño pueda estar desparecido, es una cosa muy brutal”, dijo, por ejemplo, Óscar Yesid Zapata, de la fundación Sumapaz.