Consternados, como si se tratara de la muerte de un pariente, las familias víctimas del fallido edificio Continental Towers recordaron al profesor Roberto Rochel, fallecido este fin de semana, como el hombre que les salvó la vida y los acompañó durante años en la larga batalla que han libraron por recibir justicia.
La Universidad Eafit, en la cual el ingeniero civil dejó huella y era profesor emérito, confirmó el fallecimiento del hombre que con sus estudios y conocimiento se echó al hombro la responsabilidad de proteger la vida de las familias del edificio Continental y de la búsqueda de justicia para ellas. “Sin el ingeniero, posiblemente, hubiéramos muerto todos en ese edificio. Sin sus alertas, sin sus estudios, ese edificio se hubiera caído con todos nosotros en él. No solo nos salvó la vida sino que sus estudios su apoyo fue incondicional y sus estudios han sido concluyentes para llevar todo el proceso en búsqueda de justicia y reparación”, narró Andrea Echeverri, una de las afectadas entre las 137 familias víctimas del fallido edificio.
Después de la caída de la torre 6 del Space, el 12 de octubre de 2013, el ingeniero Rochel adelantó a contrarreloj unos estudios a fondo en nueve edificios que, al igual que el Space, habían sido construidos por CDO, hallando graves riesgos estructurales en el Continental Towers, también levantado en El Poblado. Esa alerta facilitó la evacuación de este edificio el 29 de octubre de ese mismo año.
El compromiso inquebrantable de Rochel no solo con las familias afectadas sino con la profesión que eligió y que defendió con uñas y dientes, lo llevó en los años siguientes a convertirse en un contrapeso de las cadena de irregularidades que convirtieron a Medellín en la ciudad de los llamados “edificios enfermos” y que puso en riesgo la vida de miles de personas. Los estudios estructurales y de vulnerabilidad sísmica no solo permitieron encontrar las fallas específicas en la construcción del Continental, sino de otras edificaciones como Colores de Calasanía, San Miguel del Rosario, Punta Luna en Medellín, y Acuarelas del Norte en Copacabana. Además nunca titubeó en señalar que detrás de estas aberraciones de la ingeniería había no solo malas prácticas sino corrupción y omisión de las autoridades. En diciembre de 2022, previo a la implosión del Continental Towers, denunció que este caso terminó politizado por las administraciones de Aníbal Gaviria y Federico Gutiérrez, dejando de lado las soluciones para las víctimas.
Todo esto le valió a Rochel amenazas, al punto de que tuvo que salir exiliado por un tiempo. “Nosotros lo recordamos con una entrega, con una cercanía tan grande. Claro, su vocación era la docencia y por eso lo sentimos tan empático y tan cercano cuando en medio de nuestro dolor él nos explicaba en los términos más sencillos lo que estaba pasando. Incluso cuando tuvo que salir exiliado nos recibió en Miami, y allá revisó documentos. Siempre, siempre estuvo pendiente de nosotros, siempre respondió las llamadas, cuando mucha gente inescrupulosa quiso hacernos confundir diciéndonos que estábamos siendo alarmistas fue él quien nos reiteró de que no había otro camino que la evacuación. Fue nuestro apoyo y salvador”, reiteró Andrea.
Andrea recordó también el legado que dejó el profesor Rochel y las peleas que dio a lo largo de su carrera. “El ingeniero siempre decía que en El Poblado no se podía construir, que los arquitectos estaban tentando a la suerte. Él fue un ingeniero estructural impecable. De una ética inquebrantable. Él se tomó como un asunto casi personal el hecho de que la gente involucrada en esta tragedia pudiera seguir trabajando como su nada. Fue algo que él sintió mucho en lo personal por su vocación como formador de ingenieros”.
Finalmente, manifestó que todas las familias del Continental que siguen en contacto sintieron como un mazazo la muerte del ingeniero, pues consideran como algo doloroso el hecho de que él no vaya a estar para ver la conclusión de esa pelea que él tanto les ayudó a dar. “Este mes de octubre cumplimos once años de todo este proceso. Sin él, la verdad hubiera sido muy duro o imposible haber llegado hasta acá. Sus estudios y su testimonio que reposan en los informes del proceso serán claves para que finalmente recibamos justicia, pero la verdad siento rabia de que él no vaya a estar para ver lo que logramos”.
Rochel Awad, fue una pieza fundamental durante más de 30 años del Departamento de Ingeniería Civil de Eafit. El ingeniero, oriundo de Ocaña, Santander, llegó a la universidad en 1982 como profesor de la facultad de Ingeniería Civil. Incluso después de su retiro siguió haciendo parte de la facultad como catedrático.
A Rochel se le reconoce como estandarte de la especialización en Ingeniería Sismorresistente (que él mismo creó), y también por su paso por el Consejo Directivo de la Universidad.
Uno de sus mayores legados en su paso por Eafit fue su aporte al diseño de varios edificios del campus, entre ellos, el icónico bloque 19, conocido como el Edificio de Ingenierías.
Su gran experiencia como ingeniero estructural fue puesta al servicio del país, asesorando entidades públicas y privadas, y liderando investigaciones luego de desastres sísmicos tanto en Colombia como en Chile y Haití.
En un comunicado de la comunidad universitaria, afirmaron que el profesor Roberto será recordado por su calidez humana y su cercanía con los estudiantes. “Con un particular sentido del humor, siempre estuvo dispuesto a enseñar y abrir puertas para nuevas oportunidades”.