En la última semana, en medio del debate por la crisis financiera que atraviesa la Universidad de Antioquia, en el que desde diversos sectores le han pedido a la Alcaldía de Medellín que también se meta la mano al bolsillo para superar la situación, el exalcalde Daniel Quintero sacó un argumento que es a todas luces falso.
Según Quintero, la actual administración de la ciudad, “ayudó” a la Universidad Eafit con $32.000 millones, mientras ha ignorado la ayuda a las universidades públicas del orden distrital o departamental como la UdeA y la Universidad Nacional.
Una afirmación que desvía la atención sobre el debate de si la Alcaldía debería o no meterse la mano al dril por la UdeA, y crea una falsa dicotomía en la que la ciudad debe escoger a una sola entre dos universidades de calidad para ejecutar algunos de sus proyectos.
Quintero publicó un gráfico de barras que supuestamente reflejaba en valor de los contratos entre la Alcaldía de Medellín y la Universidad Eafit desde 2016. Basta con una revisión en el Secop para darse cuenta que el gráfico expuesto por Quintero y difundido por sus aliados como Albert Corredor, Alejandro Toro, Álex Flórez, Diana Osorio, así como por cuentas de redes sociales especializadas en difundir noticias falsas, está lleno de errores.
Según el gráfico del quinterismo, en 2016, la alcaldía de Medellín (en el primer año de Federico Gutiérrez) contrató $8.046 millones con Eafit; en 2017, 3.174 millones; en 2018, $7.560 millones; en 2019, $2.205 millones. Luego, en su administración, dice falsamente Quintero, que en 2020 contrató $2.233 millones, que en 2021 solo fueron $15 millones y que en 2022 y 2023 del erario de la ciudad no salió ni un centavo para esta universidad privada. Finalmente, asegura el exalcalde que en 2024, con la llegada de Gutiérrez, subió a $32.000 millones.
No hay una sola cifra en ese gráfico que ya tiene 35.000 visualizaciones, 1.000 me gusta y más de 800 retuits que sea cierta.
Siga leyendo: Gobernación propone hacer aporte para mitigar crisis financiera de la Universidad de Antioquia, ¿en qué consiste?
Para empezar, el cuantioso contrato al que hace referencia Quintero no se firmó con la Alcaldía de Medellín sino con el Área Metropolitana, una entidad en la que si bien el alcalde Medellín preside la mesa directiva, no hace parte del conglomerado del distrito.
El contrato en cuestión es por $29.237 millones y se inició el pasado 1 de febrero por un lapso de 10 meses. El objeto es la “investigación aplicada, desarrollo tecnológico y apropiación social del conocimiento orientadas a facilitar la acción preventiva, la toma de decisiones oportuna para una gestión efectiva del riesgo, y el seguimiento y análisis integral de variables relacionadas con la calidad del aire en el territorio metropolitano”.
En otras palabras, el Área Metropolitana contrató a Eafit para que operara el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá, el Siata.
El Siata nació en 1997 en Medellín a partir del proyecto de grado de una estudiante de Geología, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Eafit, y desde entonces se dedica, cada vez con más precisión, de identificar y pronosticar “la ocurrencia de fenómenos naturales y antrópicos que alteren las condiciones ambientales de la región, o puedan generar riesgos a la población”.
Así que desde su nacimiento, el programa ha sido operado por Eafit durante todas las alcaldías recientes de la ciudad, incluida la de Daniel Quintero. Aunque, de nuevo, no se hace directamente desde el distrito sino con recursos del Área Metropolitana.
Cuando Quintero era el presidente de la junta directiva del Área Metropolitana (2020-2023), esta entidad también contrató con la Universidad Eafit el Siata: en marzo de 2020, el valor del primer convenio fue de $6.616 millones; luego lo renovó en agosto del mismo año por $18.812 millones. Un año más tarde, en 2021 fue de $34.183 millones y una duración de 11 meses. Finalmente, en febrero del 2023 se firmó otro por 12 meses por un valor de $26.867 millones.
En total, solo para el manejo del Siata, el Área Metropolitana destinó más de $86.000 millones cuando Quintero era el presidente de su junta directiva. Si se suman todos los contratos que tuvo la entidad metropolitana con la Universidad durante ese cuatrienio, la cifra llega $90.802 millones
Pero, lo que el gráfico falso pretende mostrar son las transferencias de los recursos de la alcaldía de Medellín y del Área Metropolitana. Quintero dice, por ejemplo, que en 2020 su administración solo le giró $2.233 millones a Eafit, cuando en el Secop hay registro de que ese año entre el distrito y sus entidades descentralizadas se firmaron ocho convenios por valor de $2.569 millones. Un descache de poco más de $200 millones.
Pero la mentira ya sube de escala cuando afirma que solo se contrataron $15 millones en 2021 y que entre 2022 y 2023 no le giró ni un centavo a la Universidad. En 2021, por ejemplo, el distrito contrató a Eafit a través del Colegio Mayor por $765 millones para que ofreciera cursos cortos de tecnología: (inteligencia de negocios y ciencia de los datos) a los jóvenes beneficiarios por las convocatorias de Sapiencia. Es curioso que ahora el exalcalde reniegue de quien le prestó la operación de uno de sus programas bandera.
En 2022, por ejemplo, la Corporación Ruta N, donde también Quintero era presidente de la junta directiva, firmó dos convenios con la Universidad por más de $500 millones para proyectos también relacionados con la cuarta revolución industrial, otro de los temas por los que el exalcalde saca pecho.
En 2023, es cierto que la Alcaldía de Quintero estaba en una difícil situación financiera, pero no por eso dejó de contratar con Eafit. Ese año Sapiencia, a través del Pascual Bravo, también la contrató para dar los cursos de inteligencia de datos y ciencia de datos por un valor de $513 millones.
De allí que surja la pregunta de si fue que a Quintero le pasaron mal la información de su gráfica o de si finalmente era cierto que no hacía ningún control a las dependencias y por eso nunca se enteró de lo que contrataban, ¿o si sabía pero escogió mentir?