Su afición por el billar fue el talón de Aquiles de Gustavo Nocella, alias Ermes, quien es considerado como el nuevo “padrino” de la mafia italiana y que tendría relación con diversas estructuras delincuenciales de Sudamérica, principalmente las colombianas. Su detención se produjo dentro de un exclusivo apartamento del barrio El Poblado, suroccidente de Medellín.
Las investigaciones, que duraron seis meses, permitieron dar con el paradero de este presunto capo italiano, quien es señalado de coordinar el tráfico de cocaína en este continente para enviarlo a los clanes Rinaldi-Formicola, Amato-Pagano y De Micco, todos de la ciudad de Nápoles, en el sur del país de la bota.
De acuerdo con la información oficial, Nocella, de 58 años, acondicionaría y almacenaría este estupefaciente desde Colombia hacia Ámsterdam (Países Bajos), haciendo uso de buques y veleros. Ya cuando llegaba al Viejo Continente, la mercancía era transportada en camiones de carga pesada, carros y vehículos de servicio público hacia el sur de Italia, para luego ser comercializada.
“En el mundo del narcotráfico gozaba de prestigio su red logística, compuesta por colaboradores especializados que cumplían funciones específicas bajo su estricta dirección”, explicó el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, quien agregó que “su captura fractura el accionar de estos clanes criminales”.
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Alias Ermes tenía circular roja de Interpol emitida por la agencia antidrogas de Nápoles por el delito de participación en conspiración criminal para el tráfico de drogas y con base en las investigaciones coordinadas entre la Policía Nacional de Colombia, la Europol, la Policía de Carabineros de Italia y autoridades del Reino Unido, se estableció que este hombre, luego de fugarse de Europa, se habría radicado en Colombia.
A partir de allí comenzaron las investigaciones y se encontraron con su pasión por el billar y que cada trimestre alquilaba apartamentos, principalmente en El Poblado, pagando hasta 25 millones de pesos de renta, ya que su idea era disfrutar de los centros comerciales cercanos y de los establecimientos reconocidos internacionalmente.
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“Con esa condición de nómada y pagador de arriendo buscaba pasar inadvertido y así estar a salvo de las autoridades”, explicó el general Salamanca, indicando que durante las labores de inteligencia siempre se le veía en compañía de su mascota y visitaba centros comerciales para comprar tenis de reconocidas marcas, por los cuales podría pagar altas sumas de dinero.
Pero a propósito de su afición por el billar, a partir de ahí comenzaron sus seguimientos mediante operaciones encubiertas y usaron una mesa de billar que había adquirido para llegar hasta la propiedad donde se estaba radicando desde hace un par de meses, logrando su captura para luego iniciarle su proceso judicial y determinar su purga la pena en Europa o en Colombia.
“Esta operación es el resultado de una fluida cooperación internacional que nos ha permitido capturar más de 40 narcos invisibles”, aseguró el alto oficial sobre el éxito de esta operación que debilita a una de las redes más fuertes del narcotráfico en el viejo continente.
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La captura de Nocella deja en evidencia la preferencia de los capos mexicanos, sudamericanos y europeos por buscar refugio en Medellín, teniendo en cuenta las cualidades que tiene el territorio relacionadas con la explotación sexual, el narcotráfico, la devaluación monetaria y hasta la protección de las estructuras delincuenciales en temas de seguridad, tema en el que toma las banderas La Oficina.