El nombre de Catalina del Socorro Pérez no es muy conocido entre los pasillos del Congreso. Llegó al Senado en marzo de 2023 por el Pacto Histórico tras la pérdida de la curul del exsenador César Pachón, suspendido por doble militancia. Pérez ocupaba el reglón 22 de la lista cerrada de la lista petrista.
Su nombre no era conocido en las movidas políticas del centro del poder, pero sí en algunas regiones por su liderazgo e historia de vida. Se trata de la líder de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) en Córdoba y Sucre en los años 70, siendo protagonista de las discusiones y activismo sobre reforma agraria, lo que produjo que recibiera amenazas que condujeron a su exilio de 21 años en Austria junto a su hijo Máximo Jiménez Pérez, fruto de su relación con el cantautor Máximo José Jiménez Hernández, reconocido como el creador del vallenato protesta.Su trabajo con relación a temas agrarios y de defensa de derechos humanos en Colombia hizo que se acercara políticamente a Gustavo Petro antes de llegar a la Presidencia y por eso ocupó un lugar importante en la lista mixta y cerrada del Pacto Histórico. Desde que asumió la curul en el Legislativo, hace más de un año, Pérez ha votado juiciosamente los proyectos del Gobierno y participa en los debates de la Comisión Quinta, destacándose en intervenciones sobre medio ambiente y defensa de víctimas.
Sin embargo, EL COLOMBIANO conoció audios en los que su hijo Máximo Jiménez Jr. estaría ofreciendo desde el exterior puestos en el Gobierno a través de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de su mamá y tendría interés en relación con los contratos de ollas comunitarias en zonas en riesgo como La Mojana.
“Sí, se trata de puestos de trabajo, por favor envíame la hoja de vida y lo coordino con la persona que me está coordinando (sic) directamente allá en Colombia en la UTL. No quiero que a Catalina la aborden en público pidiéndole trabajo y puestos y no sé qué, eso no es algo adecuado, ¿sí? Por favor”, dice en uno de los audios en poder de este diario.En otra comunicación, Jiménez señala: “Claro, con mucho gusto, mande la hoja de vida, usted sabe de gente cercana, yo sé que no, no es acoso, no se preocupe, vamos a ver que estamos negociando con unos ministerios para que nos den unos puestos a nivel nacional entonces estoy pendiente”.
Según fuentes, el manejo tanto de la UTL como del envío de hojas de vidas a entidades sería liderado directamente por Jiménez, a pesar de no tener vinculación con el Congreso salvo ser hijo de la senadora. De hecho, Máximo Jiménez Jr. reside en Inglaterra y trabaja con una empresa de tecnología, pero viaja con frecuencia a Colombia.
Las hojas de vida estarían siendo direccionadas a los ministerios de Agricultura y Salud, aunque en varios casos no han cumplido con los requisitos.“Lo que yo siempre quiero es evitar entonces que a mí me manden otra hoja de vida o que yo tenga una hoja de vida y entonces compitan con una hoja de vida que sea de nosotros, entonces de eso no se trata. Entonces por eso es bueno que me informen a mí porque si yo consigo una hoja de vida por otro lado obviamente yo voy a luchar que la hoja de vida de la persona que yo encuentre o que me mande la hoja de vida yo le hago todos los análisis a la hoja de vida”, dice Jiménez en otro de los audios.
Además de gestionar hojas de vida para ministerios, Jiménez habría protagonizado algunas discusiones con su madre, la senadora Catalina Pérez, en las instalaciones del Congreso, de las que fueron testigos otros parlamentarios.
Desde hace varios meses, según confirmó EL COLOMBIANO, los rumores sobre presuntos malos manejos de la UTL de Jiménez llegaron a oídos de altos funcionarios de Presidencia, quienes le hicieron saber a la senadora Pérez que su hijo no podía gestionar puestos en el Gobierno ni ella visitar entidades exclusivamente para tal fin. Otras fuentes aseguran que el hijo, además, estaría manipulándola emocionalmente y que ha maltratado a extrabajadores de la UTL con groserías y gritos.
“Deje de estar enviando su currículum y ahora lo reenvía otra vez por mail y todo el mundo tiene acceso a las hojas de vida. (...) pa’ avisarle que la otra gente ve también, aunque yo no le quería dar acceso a la otra gente de la UTL al correo de Catalina, pero todo mundo tiene acceso, entonces todo el mundo puede ver lo que le llega, entonces ya la hoja de vida está en el banco de datos y otra vez que la envíe entonces protegerlos a ellos, quiénes son, ¿no?”, dice Jiménez Pérez en otro audio.
La molestia en el círculo cercano de la congresista Pérez y en el Pacto Histórico han aumentado por el papel de su hijo: “puso marionetas igual de corruptas a él, pasando por encima de las organizaciones campesinas que llevamos a Catalina al Senado”, dice una habitante de Córdoba cercana a ese grupo político que prefiere no revelar su identidad. “Como no es ella la que maneja la UTL sino su hijo, pues pusieron a fichas del Héctor Olimpo Espinosa (exgobernador de Sucre) y Lucy García (actual gobernadora)”, agrega.
Los tentáculos de Máximo Jiménez Pérez también habrían llegado hasta el proyecto de ollas comunitarias que impulsó el Gobierno Petro a través de la cuestionada Unidad para la Gestión del Riesgo (Ungrd) como una solución a corto plazo en regiones damnificadas como La Mojana.Según dos fuentes independientes, la organización sin ánimo de lucro AMARS, con sede en San Pedro (Sucre), fundada por la senadora Catalina Pérez, habría recibido apoyo económico y directriz por parte de Máximo Jiménez Jr. para ejecutar un proyecto relacionado con las ollas comunitarias en esa región que habría sido posible gracias al lobby de la senadora Pérez.
EL COLOMBIANO intentó comunicarse con la senadora Pérez y su hijo Máximo Jiménez Pérez para conocer su versión sobre esta denuncia, pero al cierre de esta edición no han respondido mensajes y llamadas.
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