No es la primera vez que todo se vuelve caos en Medellín por causa del agua, pero cada ocasión parece peor que la anterior cuando llueve. El pasado lunes, cuando se registraron 87 descargas eléctricas, la ciudad colapsó por cuenta de problemas de movilidad en los principales corredores viales, inconvenientes en el metro y diversas emergencias por el exceso de agua, con el desbordamiento de la quebrada La Presidenta, en El Poblado, como una de las de mayor magnitud.
Si bien, no hubo que lamentar tragedias, La Presidenta, una de las 4.217 quebradas que tiene Medellín (56 afluentes principales y 4.161 secundarios), causó estragos en el sector de Monterrey, donde el alto nivel del agua y la caída de árboles dificultaron el tránsito y los conductores y transeúntes sufrieron los estragos.
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Carlos Quintero, director del Dagrd, explicó que en este caso concreto, La Presidenta no tuvo la capacidad de soportar toda el agua que desembocó desde un río Medellín con niveles y torrencialidad mucho más altos de lo normal, lo que hizo que se desbordara. “En términos de datos, el nivel del río Medellín tiene un comportamiento normal durante el día de un metro más o menos y ayer (el lunes) superó los tres metros, es decir, sube casi tres veces su capacidad normal. Esto hace que efectivamente se pierda la capacidad hidráulica”. explicó el funcionario.
Lo cierto es que La Presidenta es una de las quebradas catalogadas como riesgosas para las comunidades que habitan a su alrededor y no es poco frecuente que se salga de su cauce. Parte de la causa, como ocurre con otros afluentes, son malas decisiones tomadas en el pasado en la construcción de la ciudad. Como ya lo han explicado los expertos, a comienzos de la década de 1960, Obras Públicas juntó el cauce de las quebradas La Poblada y La Presidenta, con lo cual alteró el curso de la cuenca antes de su desembocadura en el río Aburrá. Los resultados ahora se evidencian en las comunes inundaciones en glorieta, cruce vital en la movilidad hacia el sur del Valle de Aburrá, el occidente, el nororiente y el norte. A ello se suman periodos de negligencia en el cuidado de zonas naturales aledañas y el mal cuidado del mismo afluente.
Pero La Presidenta no es la única que carga con estos riesgos ni tampoco la única que causó estragos el lunes. De acuerdo con Quintero, el equipo social de la Alcaldía de Medellín activó la atención para 80 personas afectadas por dichas lluvias. Este martes, en el balance que presentó, el director dijo que en ese tiempo se atendieron 37 emergencias, 17 relacionadas con caída de árboles en vía pública, 14 inundaciones y 6 deslizamientos.
Las autoridades de gestión del riesgo también recomendaron 16 evacuaciones temporales y una definitiva. En la comuna 1, Popular, hubo daños en una escuela y colapsó parte de una cancha. Manrique, comuna 3, también tuvo cuatro edificaciones afectadas por el desbordamiento de la quebrada El Zancudo.
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Así como no es nuevo que estas emergencias ocurran es probable que se sigan presentando. Solo este año, las autoridades han atendido alrededor de 1.400 eventos asociados a las lluvias: 118 inundaciones, 231 deslizamientos y 1.048 desplomes de árboles. Las comunas más afectadas son Popular, Manrique, Villa Hermosa, Buenos Aires y San Javier.
Y aunque, según Quintero, son varias las actividades del marco de actuación para prevenir o mitigar estas situaciones, hay problemas de fondo que dificultan esa tarea, sumado a la inestabilidad que muchas veces hay en la continuidad de acciones de una administración a otra.Además puede leer: Las 16 quebradas que podrían causar grandes tragedias en Medellín
Las explicaciones sobre las causas para que esto suceda ya han sido reiteradas. Por mencionar solo dos causas que han señalado los expertos, este es un territorio donde cuando llueve cae mucha agua en muy poco tiempo, que afectan las redes y sistemas de acueducto y alcantarillado, muchos de los cuales fueron construidos en las primeras décadas de Medellín, por lo cual no están en capacidad de contener gran la cantidad de agua que se precipita sobre la capital antioqueña en cuestión de minutos. También está la pérdida de vegetación por el urbanismo, lo que llevó a que el suelo perdiera la capacidad absorber el agua y evitar que esta corra a gran velocidad por el Valle y se represe en las zonas planas.
Para el director del Dagrd, no se puede olvidar que aunque están actuando con tareas como la limpieza de quebradas, sumideros y soterrados, sigue siendo común encontrar en zonas de afluentes una imagen que mucho tiene que ver con la falta de conciencia de los ciudadanos. “Hemos encontrado bicicletas, chasís de moto, colchones, escombros, y esto suma más de 50 toneladas de residuos que se han retirado de las quebradas y que imposibilitan esa capacidad hidráulica y se nos presentan estos fenómenos”, dijo.
Pero cuando llueve es frecuente además, como ocurrió el lunes, que el soterrado de la Feria de Ganados se inunde, al igual que el de Los Músicos y Bulerías. Desde el Dagrd y la Secretaría de Medio Ambiente le dijeron a EL COLOMBIANO que una de las explicaciones para que esto sea tan común es que el agua que se drena por los desagües de estos pasos va a dar al río Medellín y las quebradas, por lo que cuando estas aumentan su caudal se frustra ese proceso.
“Esto se debe a que en eventos de alta precipitación, las quebradas no pueden evacuar su agua al río por el alto nivel que trae, y los sistemas de drenaje de aguas lluvia no pueden evacuar el agua a las quebradas por la acumulación de agua en estas al no poder descargar en el río. Entonces las aguas lluvia se empiezan a empozar en los sumideros”, explicaron desde la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, despacho liderado por Ana Ligia Mora.
Pero, una vez más, a estos problemas se le suma la inadecuada disposición de los residuos sólidos, desde pequeños elementos que obstaculizan los sumideros hasta basuras de grandes dimensiones en ríos y quebradas, que también obligan a que las corrientes se crezcan con mayor velocidad y con menor cantidad de agua.
Precisamente, para disminuir los estragos por cuenta de las precipitaciones en los soterrados que hay en Medellín, desde la Secretaría de Medio Ambiente, en conjunto con Emvarias y EPM, se hace limpieza a los sumideros y a sus tuberías, con el fin de facilitar la evacuación de las aguas lluvias, principalmente cuando ocurren con mayor intensidad.
Según el subsecretario de Gestión Ambiental, Carlos Velásquez, tan solo este año se hicieron 15 intervenciones a los soterrados de la ciudad, limpiando 351 sumideros y desobstruyendo 82 metros de tubería subterránea, en labores que se han realizado en dos ciclos este año y se espera hacerlo una vez más antes de que termine el 2024. Esto sumado al trabajo que se hace en las quebradas.
Las autoridades dicen que no hay que bajar la guardia. Las proyecciones indican que ha llovido el 70% de lo que se pronostica que va a llover este mes. “Llevamos 22 días de octubre, faltan nueve días para que se nos acabe el mes. Quiere decir que en esos nueve días vamos a encontrar aguaceros o precipitaciones que van a encontrar ese 30% que falta de más”, sostuvo el director.
Ahora, la administración tiene la apuesta de consolidarse como una ciudad resiliente ante las consecuencias de eventos como el del lunes, con el acompañamiento de la oficina de las Naciones Unidad para la Reducción de Riesgo de Desastres.
Justo este martes, un día después de que se presentaran las emergencias por las lluvias, la Alcaldía de Medellín se refirió a la apuesta que tiene de seguirse consolidando como una de las 35 ciudades resilientes ante el manejo de estas situaciones con acompañamiento de la oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, que revisó el plan de manejo con el cual actúa la ciudad antes estos casos.
El director del Dagrd dijo que están haciendo un taller para concretar acciones de trabajo articulado con diversas instituciones y que Medellín va a apadrinar a Copacabana, norte del Valle de Aburrá, a La Ceja, Oriente antioqueño, y a Manizales, para que se conviertan también en resilientes. “Todas las ciudades se pueden presentar y realizar una serie de requisitos que las avalen y que las lleven a ser resilientes”, sostuvo el funcionario.