Una cometa enredada, las imprudencias de los usuarios con las puertas y los rayos son las principales causas que pueden suspender el servicio de las seis líneas del metrocable en Medellín. El sistema completó este año 32 horas y media, no consecutivas, por fuera de servicio por este tipo de imprevistos.
Sin embargo, el Metro explicó que este tipo de casos son normales dentro de la prestación del servicio de los cables, que fueron pioneros en la ciudad con la línea K en 2004 y que se replicaron en ciudades de todos los continentes.
El principal motivo de suspensión es cuando se presentan descargas eléctricas que puedan comprometer la seguridad de los usuarios, lo que ha llevado a que el sistema haya sumado 19 horas de suspensiones en todo este año a razón de las 19 situaciones de este tipo que, en promedio, demoran una hora para restablecer el servicio.
“Debemos tener en cuenta que nos encontramos en una de las regiones donde más se presentan descargas en todo el mundo y nuestra prioridad es velar por la integridad de los usuarios”, manifestó el gerente del Metro de Medellín, Tomás Elejalde.
Las imprudencias de los usuarios con las puertas suman ocho horas y media y se presentan de manera más frecuente en las estaciones. Este año se han presentado 102 situaciones, que han demorado la operación, en promedio, durante cinco minutos.
Entérese: Así opera la línea K del metrocable después del tremendo susto por el choque de dos cabinas
La causa más insólita que llevó a suspender la operación de los cables son las cometas que han elevado y se quedaron enredadas en las líneas del sistema, ocurriendo en nueve ocasiones, con una duración promedio de cinco minutos mientras se hacen las labores para retirar estos elementos.
Las demás emergencias recurrentes son problemas en los dispositivos de seguridad y control, daño en las poleas de las pilonas, inconvenientes con los rodamientos y pernos de las chumaceras o las llantas que mueven las estaciones que se desinflan.
Estas situaciones las dio a conocer la misma empresa en un recorrido que se hizo con medios de comunicación por la estación Acevedo del metrocable, donde se pudo visualizar al detalle, tanto desde la parte técnica como mecánica, cómo funciona el sistema, observando cada uno de los controles que tienen las líneas y las cabinas en servicio.
Le puede interesar: “Lo que falló fue una pinza”: gerente del Metro explica la caída de la cabina de la Línea K
Allí explicaron que mediante los monitores, cuando se reporta una emergencia, de inmediato se detiene el sistema, con la idea de que sea uno de los medios de transporte más seguros del mundo, más allá de la tragedia del pasado 26 de julio que dejó una persona fallecida.
El gerente Elejalde explicó que “mientras en un avión se puede presentar un accidente por cada 50 millones de pasajeros transportados, en un cable aéreo de este tipo estos accidentes se pueden registrar cada 500 millones”.
Para atender todas las emergencias se destinaron el año pasado más de $100.000 millones, en una gestión en la que participan 150 personas quienes trabajan para que en el menor tiempo posible se restablezca la operación de los cables cuando hay algún problema técnico. En total son 650 las personas que se encargan de que el metrocable funcione de la mejor manera.
“Estamos realizando un ejercicio de transparencia con todo lo del sistema, mostrando que contamos con uno de los medios de transporte más seguros del mundo”, concluyó el gerente del Metro.