La cohesión, unidad y disciplina que han caracterizado al Centro Democrático durante más de una década parecen hoy estar en jaque. La precoz campaña presidencial y el afán por lograr la bendición del expresidente Álvaro Uribe Vélez desataron una rencilla interna que puso al descubierto las costuras del uribismo. En juego está la nominación para representar a la oposición en la contienda por la Casa de Nariño en 2026.
Si bien la semana pasada hubo un ambiente de cordialidad y camaradería durante una reunión entre los cinco precandidatos –los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Miguel Uribe, Paola Holguín y Andrés Guerra–, con el pasar de los días afloraron desacuerdos sobre cómo y en qué circunstancias será la elección del candidato único.
En un primer momento se habló de un supuesto malestar por el lanzamiento de la precandidatura de Miguel Uribe, quien oficializó su aspiración desde Copacabana (Antioquia). No obstante, los precandidatos negaron que esa sea la nuez del malestar. “Eso ya estaba cantado. No tiene sentido”, dijo uno de ellos.
El verdadero origen de los desencuentros recae en dos asuntos: el mecanismo de selección del candidato y la fecha para la elección del ungido.Le puede interesar: Morris se comprometió a encarcelar a María Fernanda Cabal, así se le “acabe la vida”, y la congresista denunció persecución
“La pelea es por el método”, reconoció la senadora María Fernanda Cabal, refiriéndose a la encuesta interna en 2022 que dio como ganador a Óscar Iván Zuluaga. Según Cabal, algunos insisten en promover la encuesta en lugar de una consulta que, agrega, incluso les daría mayor proyección. El objetivo es emular lo hecho por el Pacto Histórico en 2022.
“Yo quiero la consulta pública abierta porque eso jala la lista para el Congreso”, reclamó Cabal. En contravía, el senador Andrés Guerra aseguró que la consulta “desgarra, lacera y crea desavenencias”. Guerra defendió la encuesta, destacando que Uribe siempre se ha jugado por encuestas.
La senadora Holguín aseguró que “no le importa cuál sea ese mecanismo”, y Miguel Uribe también declaró que “es indiferente el mecanismo que se escoja”. Sin embargo, surgió otra disputa: la fecha de la elección. Algunos abogan por elegir al candidato en mayo próximo para adelantar campaña, mientras que otros prefieren finales de 2025 para evitar ataques del petrismo.
Lo cierto, para Uribe, es que “el aspirante del Centro Democrático debería ser escogido en mayo del 2025 para tener el tiempo suficiente de posicionar su imagen y consolidar una unidad con otros sectores, para así poder construir la propuesta que el país necesita”. Aseguró además a EL COLOMBIANO que frente a los ataques del petrismo “aún hoy lo hacen, por eso la necesidad de consolidar una propuesta única”.
La última palabra la tendrá el expresidente Álvaro Uribe. Por ahora, los candidatos comenzarán a medirse en una serie de foros regionales a partir de noviembre próximo. El primer encuentro será el 16 en Barranquilla y luego el 30 en Bogotá. ¿Se lograrán poner de acuerdo los candidatos y aceptarán los caminos que trace Uribe?
La más reciente encuesta de la firma Invamer Poll reveló que la aspirante con mayor favorabilidad en el Centro Democrático es la senadora Cabal, quien cuenta con la simpatía del 16 % de los encuestados; sin embargo, carga a cuestas una desfavorabilidad del 38 %.
Por otro lado, el 14 % tiene una imagen favorable de Miguel Uribe, aunque también cuenta con una desfavorabilidad del 29 %. Finalmente aparece la senadora Paloma Valencia, cuya aprobación asciende al 13 %; no obstante, la desfavorabilidad se ubica en el 27 %.
En la medición, por ahora, aún no son medidos en materia de favorabilidad los senadores antioqueños con los que cierra el partidor: Paola Holguín y Andrés Guerra.Siga leyendo: María Fernanda Cabal: “2026 será una batalla entre mujeres”