La celebración de Halloween o la 'Noche de Brujas' trae consigo una variedad de disfraces coloridos llenos de creatividad, pero también un sinnúmero de riesgos tanto para niños como para adultos, a propósito del uso de estas prendas vestir y otros accesorios que pueden ser nocivos para la salud.
De acuerdo con expertos, entre los peligros más comunes asociados con los disfraces están las alergias y el riesgo de asfixia, factores que se pueden evitar tomando ciertas precauciones. Uno de los primeros aspectos a considerar es el material del disfraz.
La terapeuta respiratoria Luz Adriana Auzique, de la Universidad Manuela Beltrán, subrayó la importancia de revisar que los niños no presenten alergias a las telas o máscaras.
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La especialista señaló que las máscaras que son fabricadas comúnmente con plásticos que pueden contener componentes tóxicos, deben contar con orificios amplios para facilitar la respiración y no quedar ajustadas, "ya que podrían provocar asfixia o irritaciones en la piel y vías respiratorias".
La terapeuta también precisó que es fundamental revisar el estado del niño durante el uso prolongado de la máscara, para evitar dermatitis y reacciones alérgicas.
Asimismo, dijo que solo se deben usar disfraces de materiales no inflamables como el algodón, para reducir el riesgo de quemaduras.
"Es recomendable alejar a los niños de fuentes de calor como bengalas o fuegos artificiales. Además, se debe evitar el uso de telas pesadas o con largas caídas, que puedan generar tropiezos o accidentes, especialmente en espacios con escaleras mecánicas o ascensores", dijo.
La terapeuta respiratoria Luz Adriana Auzique también se refirió al uso de maquillaje, como otro elemento clave a tener en cuenta. La experta señaló que es vital asegurarse de que los productos no contengan sustancias tóxicas, o que puedan desencadenar reacciones alérgicas.
"Un consejo es probar el maquillaje en una pequeña área de la piel, antes de aplicarlo por completo para evitar cualquier reacción alérgica", dijo.
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Entre tanto, otros expertos advirtieron sobre los peligros asociados con la seguridad vial. Varias investigaciones revelaron que los niños cuando están emocionados por pedir dulces, a menudo cruzan las calles sin prestar atención.
Ante esa situación, insistieron en enseñarle a los menores sobre las normas de tránsito y asegurarse de que siempre estén acompañados por un adulto para evitar accidentes.
Concluyeron que la supervisión constante de los padres o cuidadores y la elección de disfraces adecuados son la clave para que los niños disfruten de una fiesta segura y libre de riesgos.