Un segundo presunto integrante de la mafia de Nápoles, Italia, fue capturado en las últimas horas en Medellín. Se trata de Luigi Belvedere, quien era considerado como uno de los capos invisibles de La Camorra, una de las reconocidas agrupaciones delincuenciales del sur de la península itálica, a quien sorprendieron en un conjunto residencial del barrio El Poblado, suroriente de Medellín.
De acuerdo con la información entregada por la Policía Nacional, a Belvedere lo venían buscando mediante circular roja de Interpol en 196 países del mundo, al ser señalado de coordinar los enlaces entre La Camorra con bandas locales como La Oficina y El Clan del Golfo para consecución de cocaína para luego ser transportada a Europa.
Una imagen que publicó Belvedere en la tumba de Pablo Escobar en el cementerio Jardines de Montesacro, en Itagüí, alertó a las autoridades italianas de que se encontraba en Colombia, por lo que iniciaron su búsqueda en el país.
Luego de hacer la revisión de esta imagen y contrastarla con otras informaciones, confirmaron que a este hombre, a quien llevaban buscando desde diciembre de 2020 las autoridades italianas, se encontraba en la capital antioqueña, por lo que iniciaron un gran operativo para dar con su paradero.
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“La logística necesaria para el envío de grandes volúmenes de cocaína a España, Alemania, Holanda e Italia; su red compleja y bien estructurada, le permitía acondicionar y almacenar la droga en embarcaciones destinadas a puertos europeos”, explicó el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, mediante un comunicado.
Luego de hacer las adecuaciones de las embarcaciones para que llegaran al viejo continente, se buscarían múltiples medios de transporte para distribuir el estupefaciente colombiano en ciudades como Nápoles y Caserta. De acuerdo con las investigaciones, era uno de los más reconocidos corredores (o broker) al servicio de esta gran estructura delincuencial.
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Por esta razón, este hombre de 32 años se encontraba en la lista entre los fugitivos más peligrosos del gobierno italiano, ya que en su país había sido condenado a 18 años y nueve meses de prisión por el delito de tráfico internacional de drogas.
Ya radicado en Medellín, trataba de ocultarse alquilando apartamentos en el sur del Valle de Aburrá, utilizando a otras personas para que le sirvieran de inquilinos, pagando más de 10 millones de pesos mensuales por ellas.
“En un mes, se identificaron cuatro apartamentos que utilizaba de manera aleatoria para burlar los controles policiales”, explicaron desde la Policía Nacional sobre cómo operaba este señalado integrante de La Camorra.
Esta captura se suma a la registrada esta semana de Gustavo Nocella, conocido como el “nuevo padrino” de la mafia italiana, dentro de un apartamento del barrio El Poblado, todo después de hacerle seguimiento a una mesa de billar.