Una crisis sanitaria está viviendo Apartadó, en el Urabá antioqueño, luego de que por lo menos 50.000 personas, la mayoría afiliadas a la Nueva EPS, se quedaran sin servicios de salud porque la Clínica La Chinita, donde suelen ser atendidos, está cerrada debido a algunos incumplimientos en procesos de habilitación identificados por la Secretaría de Salud de Antioquia.
Jaime Andrés Herrera, alcalde encargado y secretario de Salud del municipio, explicó que el problema es muy preocupante porque se desborda la capacidad para atender a todos los usuarios, en medio de una situación en la que de por sí los servicios de urgencias de las cuatro clínicas y hospitales del municipio se mantienen colapsados.
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Ante el riesgo que corren las personas, la Alcaldía de Apartadó activó la alerta amarilla y ha mantenido reuniones con delegados de las secretarías de Salud departamental y municipal, con la Personería de Apartadó y representantes de la Clínica Panamericana, la Clínica Urabá y Promedal, las otras tres IPS de la localidad. La intención es que estas aumenten al máximo su capacidad y el número de médicos en aras de que se distribuyan la atención de los pacientes de La Chinita.
Ante esta situación, Leonor Suárez, directora de Calidad y Redes de Servicio de la Secretaría de Salud y Protección Social de Antioquia, explicó que tras hacer una visita de verificación reciente a los prestadores de salud del Urabá hicieron algunos hallazgos en La Chinita que ameritaban tomar la medida preventiva sanitaria, es decir, sellamiento, mientras que la IPS hace las mejoras que se requieren y se pueda habilitar el permiso de prestación de servicios de salud cuanto antes.
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“Como secretaría estamos acompañando la institución con asistencia técnica que requieran para que puedan subsanar los hallazgos y puedan abrir cuando antes”, manifestó la funcionaria. Asimismo, dijo que es preocupante la crítica situación por la que atraviesan los hospitales del apartamento, por lo cual desde la gobernación están consolidando esfuerzos para fortalecer la red pública.
El secretario Herrera hizo un llamado a la entidad departamental para que acompañe a la clínica en este proceso con el fin de que reabra de nuevo rápido y a la IPS le pidió acelerar las medidas que debe implementar para subsanar los problemas, para evitar los riesgos que están corriendo los ciudadanos ante la falta de atención, pues a Apartadó llegan no solo residentes, sino también habitantes de otros municipios del Urabá y hasta de Córdoba y Chocó.
El funcionario también recomendó a las instituciones de salud que antes de abrir un servicio hagan una correcta autoevaluación para que estén bien preparados con estándares y prácticas de calidad y pasen las verificaciones de las autoridades competentes. En procesos de habilitación de estos servicios, la Secretaría de Salud de Antioquia capacitó a 150 representantes del Urabá para que no tengan dificultades en estos procesos.
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