Emmanuel Macron inicia el lunes 28 de octubre en Rabat una visita de Estado de tres días a Marruecos. El presidente francés estará acompañado por su esposa y una amplia delegación económica, cultural y deportiva, así como por varios miembros del Gobierno. Tras años de desencuentro entre los dos países, esta visita, discutida y aplazada varias veces desde la reelección de Emmanuel Macron, pretende sellar la reconciliación y preparar el futuro.
El rey Mohammed VI estará en el aeropuerto para recibir en persona a Emmanuel Macron, informa nuestra enviada especial a Rabat, Valérie Gas. Se dispararán 21 cañonazos y, a continuación, los dos jefes de Estado se desplazarán en coches de Estado hasta el Palacio Real para su primer encuentro cara a cara.
El principal objetivo de esta visita de Estado es demostrar que la relación entre el rey y el presidente vuelve a ser cordial y de confianza tras episodios que la habían dañado, en particular en 2021 con las sospechas de Emmanuel Macron sobre la implicación de los servicios marroquíes en la intervención de su teléfono en el caso de pirateo Pegasus, pero también la decisión de París de reducir el número de visados concedidos a Marruecos para presionar a Rabat para que acepte el regreso de sus nacionales expulsados de Francia, y la política de acercamiento a Argelia.
Debido a las críticas del Parlamento Europeo a la libertad de expresión en Marruecos, el país dejó vacante el puesto de embajador en Francia entre enero y octubre de 2023, explica nuestro corresponsal en Casablanca, François Hume-Ferkatadji. Las relaciones no mejoraron: el 9 de septiembre de 2023, cuando Emmanuel Macron se dirigió en un video “directamente a los marroquíes y las marroquíes”, se consideró una ruptura del protocolo.
Estas diferencias se resolvieron poco a poco gracias a varias visitas ministeriales, un almuerzo en París en febrero entre Brigitte Macron y las tres hermanas de Mohammed VI, y sobre todo una carta del presidente francés al rey a finales de julio en la que se posicionaba sobre la cuestión muy sensible del Sáhara Occidental, cuyo futuro, escribió, “se inscribe en el marco de la soberanía marroquí”.
Agradecimiento del rey de Marruecos
Hace quince días, durante un discurso ante las dos cámaras del Parlamento marroquí, el rey Mohammed VI agradeció al jefe de Estado francés esta declaración, señala nuestro corresponsal en Casablanca Matthias Raynal, subrayando la “dinámica positiva” que experimenta la cuestión del Sáhara, tras los cambios de postura de Alemania, España y Estados Unidos, por citar sólo algunos. Este apoyo al plan de autonomía marroquí está redefiniendo las relaciones bilaterales, en un momento en que ambos países mantienen fuertes lazos: unos 850.000 marroquíes viven en Francia, mientras que al menos 53.000 franceses viven en Marruecos.
La cuestión del Sáhara se planteará durante la visita del presidente Macron: “Es evidentemente importante para nuestros amigos marroquíes que confirmemos nuestro apego a esta cuestión, esencial para su seguridad nacional, y así será”, asegura el Palacio del Elíseo. Sin embargo, según la misma fuente, la apertura simbólica de un consulado en Dajla, como han hecho muchos países, no figura en el orden del día. No obstante, Francia se declara “dispuesta a apoyar el desarrollo económico de estas regiones en beneficio de las poblaciones locales y conforme a la legalidad internacional”.
El Sáhara Occidental ofrece un inmenso potencial para las energías renovables, con sus vastos recursos solares y eólicos. Las empresas francesas ya operan allí.