Desde el momento en el que el narco italiano Luigi Belvedere fue capturado por las autoridades en Medellín, gracias a la foto que se tomó en la tumba de Pablo Escobar, la mafia italiana comenzó a orquestar el plan parar liberarlo, el mismo que fue identificado por las autoridades y desactivado oportunamente para que finalmente en narcotraficante pudiera ser trasladado en un avión de la policía a Bogotá bajo estrictas medidas de seguridad.
El traslado fue ordenado por las autoridades luego de conocer, mediante labores de inteligencia, que por el rescate de alias Luigi o el Colombiano la mafia italiana ya había puesto sobre la mesa $3.000 millones, según confirmó el director de la Policía, general William Salamanca.
Para lograr la fuga, según lograron confirmar las autoridades, Luigi iba a fingir estar enfermo al punto de necesitar asistencia médica. Una vez obligara a las autoridades a tener que sacarlo de la cárcel y trasladarlo a un centro médico, un grupo armado asaltaría en las calles de Medellín la caravana en la que sería trasladado para liberarlo. El grupo criminal elegido para dicho asalto era el Clan del Golfo.
“Estaban ofreciendo, según fuentes de inteligencia, $3.000 millones de pesos. Lo que hemos determinado es que hay clanes europeos dedicados a trabajar y coordinar con carteles mexicanos y colombianos los planes delictivos en ambos territorios”, manifestó el general Salamanca.
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Belvedere, de 32 años, es señalado de ser el principal enlace entre narcotraficantes colombianos y la mafia italiana, facilitando el tráfico internacional de cocaína hacia Europa. Según las autoridades, su red era altamente sofisticada, utilizando embarcaciones para transportar grandes cantidades de clorhidrato de cocaína a puertos en España, Alemania, Holanda e Italia. “La droga era almacenada en embarcaciones y enviada a puertos europeos estratégicos, desde donde se distribuía a ciudades como Nápoles y Caserta”, explicaron las fuentes de la Dijín.
Alias Luigi, quien supo con astucia eludir a las autoridades durante años usando documentación falsa y alquilando apartamentos de lujo en Medellín a través de terceros, por los que pagaba hasta $10 millones mensuales, finalmente cayó por una torpeza, por el embeleco propio de cualquier turista promedio que llega a Medellín: tomarse una foto en la tumba de Pablo Escobar.
El narcotraficante compartió en sus redes la foto al lado de la tumba y esto permitió inmediatamente a las autoridades rastrearlo con geolocalización.
Luigi es el capo invisible número 42 que las autoridades capturan en los últimos años en el país. Según el presidente Gustavo Petro, son cerca de 200 capos invisibles los que delinquen en Colombia y una de las prioridades de las autoridades nacionales en alianza con los organismos de inteligencia y seguridad extranjeros es perseguirlos sin tregua por todo el país. Medellín y Rionegro son dos epicentros claves en esta lucha, pues las recientes capturas de capos europeos indican que tanto la capital antioqueña como el municipio del Oriente se convirtieron en escondites favoritos de los criminales internacionales.Siga leyendo: Por visitar la tumba de Pablo Escobar, ubicaron a capo de la mafia italiana que capturaron en Medellín