La Gobernación de Antioquia y la Federación Nacional de Departamentos iniciaron la campaña “Antioquia es anticontrabando”, con la participación del ciclista Rigoberto Urán, para sensibilizar a las personas por el impacto del contrabando de cigarrillos y licor en el desarrollo económico del departamento, especialmente en el deporte y la salud.
Según un estudio de Invamer, el 40% de los cigarrillos consumidos en Antioquia en 2023 provinieron del contrabando, lo que dejó al departamento sin recaudar más de $260.000 millones, fondos que habrían fortalecido la inversión en salud y deportes.
Urán, el ciclista antioqueño, se unió a esta campaña para promover la compra de productos legales, pues el consumo de estos productos, cuyo precio es casi el 50% más barato, suele ser una de las razones principales de su compra.
Santiago Valencia, secretario de Hacienda de Antioquia, afirmó: “Son recursos que deberíamos estar invirtiendo en temas como la autonomía económica de las mujeres, la seguridad alimentaria de los niños, infraestructura vial, en conectividad”.
Incluso, este año con corte a octubre, el Grupo Operativo Anticontrabando de la Gobernación de Antioquia ha realizado inspecciones en 94 de los 125 municipios del departamento, según informó la subsecretaria de Ingresos, Omaira Catalina Garro.
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Estas visitas incluyen la inspección de 6.432 establecimientos de comercio y la capacitación de ciudadanos sobre los daños del contrabando. Según los operativos, las marcas ilegales más detectadas fueron Carnival, Rumba y Última, representando el 18%, 16% y 13% de los decomisos, respectivamente.
Didier Tavera, director de la Federación Nacional de Departamentos, explicó que, a nivel nacional, Colombia deja de recibir aproximadamente $1 billón al año por contrabando, fondos destinados a educación, salud y deporte. “Antioquia tiene un promedio de ilegalidad de cigarrillos del 40%, cinco puntos por encima del promedio nacional, lo que representa un reto para la economía regional”, afirmó Tavera.
Esta problemática que afecta también la salud pública del departamento ha dejado cifras considerables. Según el Ministerio de Salud, uno de cada tres colombianos ha fumado en algún momento de su vida, y cada año mueren más de 34.800 personas por enfermedades atribuibles al tabaquismo.
Por lo anterior, a inicio de año se decretó el incremento en los impuestos a productos de tabaco como medida para reducir el consumo. Sin embargo, ha sido contrarrestado por la proliferación de cigarrillos ilegales, que se venden casi a mitad de precio de una cajetilla comercial y sin aportar recursos fiscales.