El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó una operación especial en el barrio San Marcos en respuesta a las acciones de las maras. Esta es la tercera acción de ese índole que se lleva a cabo en lo que va del 2024.
2.000 soldados y 500 policía se tomaron la colonia 10 de octubre, del barrio San Marcos, ubicado en San Salvador Sur, con el fin de perseguir a integrantes de las pandillas más peligrosas del país que al parecer se encontrarían en ese territorio.
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“Hoy, en horas de la madrugada, hemos establecido un cerco de seguridad en toda la colonia, con 2,000 soldados y 500 policías, para extraer hasta el último pandillero que se encuentre en el área”, anunció el mandatario salvadoreño a través de su cuenta de X.
El operativo lo encabezan el ministro de Defensa, el vicealmirante René Merino, y el ministro de Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, quienes se encuentran en la zona supervisando.
“Estamos tras estos delincuentes. Tenemos indicios de que se quieren establecer en este sector y por esa razón el señor presidente ha tomado a bien ordenar el establecimiento de este cerco”, declaró Merino ante los medios locales.
De acuerdo con el vicealmirante, en la zona se han puesto retenes en los alrededores para evitar posibles fugas de los pandilleros, además aseguró que tienen “los perfiles de ellos y se pueden encontrar en esos sectores”.
Esta es la tercera operación militar que se hace en este año con el fin de ubicar a pequeños grupos de las pandillas que continúan operando en el territorio nacional, anteriormente estas se habían llevado en la provincia de Chalatenango, ubicada al norte del país.
Estas acciones hacen parte de una de las banderas que ha tenido el mandatario desde que llegó a la Presidencia por primera vez en el año 2019, en donde ha prometido recuperar la seguridad en el país y combatir a las maras, como se le llaman a las pandillas en este territorio.
Desde el mes de marzo de 2022 en El Salvador hay un régimen de excepción que ha permitido que se tomen algunas medidas polémicas donde los detenidos pierden el derecho a ser debidamente informados de los motivos de su arresto y a acceder a un abogado para su defensa, además de una reforma al Código Penal en donde se convirtió en delito el solo hecho de pertenecer a una pandilla, algo que puede tener penas de 20 a 40 años de prisión.
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