Desde la Cumbre de Biodiversidad (COP16) que se celebra en Cali, Colombia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, dio a conocer su posición frente a la propuesta que hizo recientemente el presidente Gustavo Petro de que el Estado compre la cosecha de hoja de coca a campesinos en zonas históricamente afectadas por el narcotráfico, como en el Cauca.
Tras un reciente informe de las Naciones Unidas que había reportado la cifra más alta de cultivos de hoja de coca en el país, que el año pasado llegaron a 253.000 hectáreas, un 10% más que en 2022, el jefe de Estado había planteado la compra de cultivos cocaleros.
“Vamos a iniciar la compra estatal de la cosecha de coca. Me van a caer rayos y centellas (...). Si no cambiamos los métodos, pues no cambiamos”, había dicho Petro, sin explicar cómo implementaría la política.
Aunque el líder de la ONU reconoció, en medio de una rueda de prensa en Cali, no estar plenamente informado sobre los detalles del proyecto, sostuvo que “si la compra es hecha para después utilizarla de una forma positiva, puede impedir el tráfico” de cocaína.
Guterres agregó la propuesta sería viable siempre y cuando se garantice “que haya una neutralización de esa producción y que esa producción no alimente al tráfico, pero naturalmente el objetivo nuestro tiene que ser preservar la salud de la gente en todo el mundo”, dijo el alto funcionario a dos días del fin de las negociaciones de la cumbre.
Asimismo, Guterres también habló sobre el conflicto armado y la paz total de Petro. “La solicitud del presidente Petro a una reflexión sobre los mecanismos que hoy tenemos en relación con el combate al narcotráfico... sobre la eficacia de los mecanismos que hoy tenemos... debe ser escuchado”, afirmó.
Entérese: La propuesta de Petro de comprar hoja de coca no echa raíces
La producción de cocaína en Colombia se disparó un 53% en 2023 hasta alcanzar las 2.600 toneladas, marcando un nuevo récord histórico en el mayor productor de esta droga en el mundo, según había señalado el reciente informe de Naciones Unidas publicado el pasado 18 de octubre.
Se trata de los mayores datos documentados por la ONU desde que empezó a monitorear la problemática en 2001.
“La coca sigue concentrada en las zonas donde la productividad es mayor en sus tres fases -cultivo, extracción y transformación-, haciendo que una hectárea de coca produzca hoy hasta dos veces la cantidad de cocaína que producía hace dos años”, dijo Candice Welsch, directora regional de UNODC, durante la presentación del informe en Bogotá.
La tendencia al alza viene desde 2014, pese a la persecución del narcotráfico a lo largo de cinco décadas, con la asistencia millonaria de Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína.
En 2023, los territorios que registraron mayor incremento neto de cultivos fueron Cauca y Nariño (suroeste), bastiones de disidentes de las Farc que controlan el millonario negocio y la vida cotidiana de extensas zonas campesinas con su brazo violento.
En cuatro departamentos (Cauca, Nariño, Putumayo y Norte de Santander) se concentran áreas de cultivo con más de 30.000 hectáreas.
Un 20% del área total de esos sembradíos en Colombia se ubica en tierras de comunidades afrodescendientes, un 10% en resguardos indígenas y un 18% en áreas forestales protegidas.
Financiados por el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, los grupos armados se multiplican.
Es un “panorama delictivo cada vez más fragmentado y complejo”, señala el informe de Naciones Unidas.
Un memorando publicado por la Casa Blanca en septiembre advierte sobre “cifras récord” de cultivos de coca y producción de cocaína en toda Suramérica, aunque reconoce en Colombia un incremento de 10% en la incautación de cocaína en 2023 frente al año anterior, equivalente a 841 toneladas métricas.
Mientras tanto, un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado en agosto asegura que el ingreso promedio de una familia cocalera en Colombia bordea los 1.400 dólares al año, menos de la mitad del salario mínimo legal en un país donde la informalidad alcanza al 56%. Un 60% de encuestados dijo cultivar coca ante la ausencia de otras opciones económicas.
Con información de AFP*