Un nuevo avance se conoció en el caso de la misteriosa desaparición de la colombiana Liliana Moreno y su hija, quienes fueron vistas por última vez en mayo de 2016 en la ciudad de Doral, en Florida. Desde entonces, su familia ha estado sin noticias sobre su paradero.
Sin embargo, este lunes se confirmó el arresto de Gustavo Castaño, expareja de Moreno y padre de su hija.
La detención por parte del FBI se produce ocho años después de que la madre de 42 años y su hija Daniella, de 8, desaparecieran en el condado de Miami-Dade, en Estados Unidos.
Castaño, quien también es colombiano, oriundo de Palmira, Valle, habría sido acusado por un gran jurado federal de dos cargos de secuestro con resultado de muerte, según conoció el medio estadounidense Local 10 News.
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La familia de Moreno recibió la noticia del arresto como un primer paso para al fin obtener respuestas sobre lo ocurrido con sus familiares.
“Para nosotros como familia, escuchar sobre el arresto por lo menos es el inicio de saber lo que ocurrió con mi hermana y mi sobrina, que es lo que siempre estamos anhelando o tratando de buscar, saber qué sucedió con ellas y encontrar el paradero de ella que hasta la fecha no sabemos”, expresó Eduardo Moreno, hermano de Liliana, al canal Telemundo 51 de Miami.
Según informes de la Policía, tras la desaparición, se encontró en el hogar de Moreno alimentos frescos, además de pertenencias personales, como su bolso y sus documentos.
El hallazgo de objetos personales reforzó la idea de los investigadores de que no se trató de una huida y que podría implicar que la madre e hija se fueron sin tiempo para prepararse, o que alguien más pudo haber estado involucrado.
La única pertenencia que hasta el momento no ha sido hallada es el teléfono celular de Liliana
Castaño, en declaraciones a los detectives, había afirmado que dejó a las dos cerca de un almacén Home Depot en la ciudad de Hialeah Gardens.
La mujer, arquitecta de la Universidad del Valle, no mantenía una relación formal con Castaño. La relación entre Moreno y Castaño estaba marcada por el hecho de que él estaba casado y no deseaba que su esposa ni su familia se enteraran de la existencia de Daniella, su hija con Liliana.
Castaño, al enterarse del embarazo de Liliana en 2007, su principal preocupación fue ocultar la situación para proteger su vida familiar.
A pesar de las sospechas de la familia Moreno en su contra, la falta de evidencia sólida tenía a Castaño en libertad, pues el sistema legal estadounidense establece que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo crimen si ya ha sido absuelta o condenada, por lo que los investigadores deben hacer una recolección meticulosa de pruebas antes de avanzar a un juicio contra el presunto victimario.
El FBI, que continúa buscando información sobre el paradero de Liliana y Daniella, venía ofreciendo una recompensa de $25,000 dólares por cualquier dato que conduzca a su localización.
Se espera que Castaño comparezca ante un juez en el sur de Florida, mientras la familia mantiene la esperanza de obtener finalmente respuestas sobre qué pasó con la mujer y su hija.
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