Apenas unas horas de haber salido de la cárcel tras cumplir cuatro meses de condena por desacato al Congreso, el ideólogo de extrema derecha Steve Bannon empezó este martes a hacer campaña por su exjefe, el candidato republicano Donald Trump.
El antiguo jefe de estratega de la Casa Blanca cuando Trump era presidente pasó cuatro meses en la cárcel por desafiar una citación para testificar ante el panel del Congreso que investiga el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio por una turba de partidarios del expresidente republicano, que nunca ha reconocido la victoria de Joe Biden en las elecciones de hace cuatro años.
Su liberación se ha producido justo una semana antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en la que se enfrentan Trump y la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris.
Ambos candidatos, que libran una encarnizada batalla, en particular, en los denominados estados bisagra, (Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia) los cuales serán determinantes en su victoria, se encuentran codo con codo en las encuestas.
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El tenso final de campaña ha hecho temer un caos postelectoral si los resultados son impugnados por los partidarios de Donald Trump.
Nada más salir del Correccional de Danbury en Connecticut (noreste), no solo se declaró “prisionero político” sino que en su primera comparecencia en su podcast The War Room, Bannon advirtió que los demócratas “no tienen intención de dejar el poder” y arengó a sus seguidores para que se “aseguren” de que “no nos roban la elección”.
“La desesperación de Kamala Harris y su campaña es obvia (...) Saben que no pueden ganar en las urnas”, añadió poco después en una rueda de prensa en Nueva York.
Y es que sus 70 años, el paso por una cárcel federal no solo no le “rompió” sino que le “empoderó” y le ha permitido comprender que Kamala Harris, ex fiscal de California, es considerada la “reina del encarcelamiento masivo” por las minorías afroamericanas e hispanas.
Entre ellas citó a los puertorriqueños, que fueron insultados por un cómico que participó en el último gran mitin de campaña de Donald Trump en el Madison Square Garden de Nueva York el pasado domingo.
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El ultraderechista y exasesor de Donald Trump, a quien califican “la mente maestra” detrás de su triunfo en las presidenciales de 2016, había sido uno de los portavoces de las acusaciones nunca probadas de supuestas trampas durante las elecciones presidenciales de 2020 para ayudar a Joe Biden a ganar, teorías que algunos de los partidarios de Trump siguen creyendo.
Con Trump aún en la Casa Blanca, esta narrativa mentirosa alcanzó su clímax el 6 de enero de 2021, cuando miles de partidarios republicanos irrumpieron en la sede del Congreso estadounidense en un intento de impedir la certificación de la victoria demócrata.
La víspera del 6 de enero, Steve Bannon había pronosticado que “se desataría el infierno”. Y ese mismo día mantuvo una conversación telefónica con el presidente saliente.
Con gran influencia en los partidos de extrema derecha en Europa, Bannon desempeñó un papel destacado en la campaña de Trump de 2016 que le llevó a la Casa Blanca, como estratega jefe. De hecho, hay quienes le dan el crédito de haber sacado al influyente magnate de una franca decadencia a comienzos de la década pasada.
De su cabeza, por ejemplo, salieron las célebres frases “Estados Unidos Primero” o “Volver a hacer grande a América” con las que Trump venció ante Hillary Clinton y las que aún sigue usando en su campaña ante Harris.
Con la narrativa que creó al rededor de Trump, Bannon, se ha encargado de replicar mentiras que se han instalado en el inconsciente de una parte de la población norteamericana, los cuales no tienen la costumbre de hacer verificación de información.
De él, por ejemplo, han salido teorías que ponen en duda el origen del virus de covid-19, ha criticado el uso de anticonceptivos en las mujeres porque “las hace feas” y la más reciente y polémica, ha difundido la idea de que los inmigrantes se están comiendo las mascotas de los gringos.
Aunque ya no trabaja oficialmente para el expresidente, ha seguido utilizando su influencia para que vuelva a la Casa Blanca, principalmente a través de su podcast The War Room.
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Bannon fue acusado de fraude electrónico y blanqueo de capitales en 2020 por, supuestamente, hacer uso personal de millones de dólares aportados por donantes para la construcción de un muro en la frontera de México, una de las promesas de Trump durante su mandato (2017-2021).
El expresidente republicano emitió un indulto general para Bannon antes de dejar la presidencia, lo que provocó la desestimación de los cargos en su contra. Otros acusados por este caso fueron declarados culpables.
Bannon, actualmente, es cercano a la presidenta de Italia, Giorgia Meloni y también al mandatario argentino Javier Milei.