Como en muy pocas ocasiones a lo largo de sus más de 170 años de historia, el Partido Liberal, el más antiguo de Colombia, tendrá en su seno, estos 31 de octubre (día de Halloween) y primero de noviembre, a muchos integrantes con serios motivos para asustarse. En estos dos días se llevará a cabo su convención liberal en Cartagena en la que no solo corre riesgo la permanencia de su actual director, el expresidente César Gaviria, sino, para algunos liberales, la orientación política e ideológica independiente que lo ha inspirado porque, aseguran, pudiera ser capturado para los intereses del presidente Gustavo Petro.
(Le interesa: ‘Petrovideos’, enojoso tema para Gustavo Petro que cabalga sobre dos caballos mitológicos)
Que el director de una colectividad política sea remplazado es natural por las condiciones que impone la democracia y por la renovación que deben experimentar los movimientos políticos para responder a las necesidades, inquietudes y expectativas de sus integrantes y del país. Pero que un partido político sea absorbido por otro, como se teme, sería una forma de negación de la misma democracia porque reduce opciones, minimiza canales de expresión y aproxima a las sociedades a los unanimismos.
“Cualquier esfuerzo que se haga encaminado a fortalecer los partidos políticos en nuestros países es poco, si tenemos en cuenta que sin ellos rápidamente caeremos en el abismo”, escribió hace unos años Marcela Prieto Botero en un análisis para la Revista Política Colombiana. “Populismos unipersonales como el de Hugo Chávez en Venezuela, o el de su discípulo Evo Morales en Bolivia, sin mencionar el daño que evidentemente hizo a la democracia del Perú un personaje como Alberto Fujimori, son muestra de un evidente e inadecuado funcionamiento de los partidos políticos en nuestro hemisferio”.
Esa preocupación es la que rondará la novena convención liberal que definirá la continuidad de César Gaviria en la dirección y la actitud del Partido Liberal frente al Gobierno de Petro, que hace comentarios como el del lunes pasado en el que se preguntó: “¿Un liberalismo antiliberal?”, y aseguró que “Colombia necesita un liberalismo mucho más liberal”. Además, en medio de la fijación que tiene y que lo hace ver nazis en todo aquello que no le gusta, el presidente Petro agregó que “las mentalidades nazis han gobernado ya demasiado a Colombia. La Revolución en marcha está de vuelta y lo que necesita es más liberalismo”.
Ese pronunciamiento hecho en vísperas de la convención liberal ha sido entendido por muchos, con razón, como una abierta intervención en política por parte del jefe de Estado, cuya principal preocupación no sería revivir la Revolución en Marcha —que planteó el expresidente Alfonso López Pumarejo en su primer mandato (1934-1938), y que, curiosamente, apuntaba a modernizar el país introduciéndolo en el ámbito de la economía capitalista que critica el presidente Petro—, sino hacerse con el Partido Liberal con miras a las elecciones presidenciales de 2026.
“A mí me parece impropio que el presidente haya dicho eso. Él debería dedicarse a gobernar, no interferir en la campaña liberal. Me parece que solo daño le hace al Gobierno. Y el Partido Liberal, con absoluta seguridad, va a reaccionar contra esa intervención indebida del presidente en nuestra política”, aseguró Gaviria ante lo dicho por el mandatario.
La situación hizo que el partido Cambio Radical asegurara que la convención liberal busca destituir a Gaviria “para alinear al partido [Liberal] con el gobierno de Petro y vincularlo al frente amplio de cara a las elecciones de 2026”. En ese sentido, señaló al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y a su antecesor en esa cartera, Luis Fernando Velasco, de hacer parte de “una conspiración”, junto con otros funcionarios como el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alexánder López, para lograr este objetivo “utilizando su poder y recursos estatales”.
Cambio Radical advierte que el Partido Liberal “podría terminar absorbido por el proyecto político de Colombia Humana y el Pacto Histórico”. Y su líder natural, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, calificó de “muy grave” si en la convención liberal el presidente Petro, Cristo y Velasco “capturan a ese partido y lo ponen al servicio de Petro y del gobierno del ‘cambio’ para luego vincularlo al frente amplio de cara a las elecciones del 2026”.
Muy grave si mañana en la Convención Liberal Petro, Cristo y Velasco capturan a ese partido y lo ponen al servicio de Petro y del gobierno del “cambio” para luego vincularlo al frente amplio de cara a las elecciones del 2026. https://t.co/hMnZ4Vhizx
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) October 30, 2024
Muchas diferencias entre César Gaviria y Gustavo Petro
Pero habría más razones para que el presidente Petro tenga interés en horadar la unidad y consistencia del Partido Liberal y de su director Gaviria. El expresidente se ha opuesto férreamente a la idea de la reelección de Petro, al punto de que en mayo pasado anunció que propondrá a su partido plantear a los demás sectores políticos una coalición para defender la Constitución. Gaviria también ha rechazado la propuesta del entonces canciller Álvaro Leyva Durán de convocar una asamblea constituyente con base en el Acuerdo con las Farc. “Propongo que hagamos una gran coalición de todos los partidos que estén dispuestos a defender la democracia, a defender la Constitución, a defender el Estado de derecho. Esa propuesta la haré a la próxima convención del partido”, dijo entonces Gaviria.
El expresidente también se ha convertido en una piedra en el zapato para la reforma a la salud que intenta sacar adelante el presidente Petro, desde cuando fue presentada por la exministra Carolina Corcho. Y cuando esa iniciativa naufragó en la Legislatura pasada, Gaviria celebró diciendo que era “una buena noticia”. En otra manifestación contra el presidente Petro, el director del Partido Liberal y esa colectividad se solidarizaron con el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, cuando el mandatario aseguró que hay sectores interesados en que él no termine su mandato y en su lugar lo haga Cepeda.
Así que lo que ocurra en la convención liberal es de mucho interés para el presidente Petro. Es tan importante para el petrismo que María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico, le pidió al expresidente Gaviria que dé garantías para que delegados y seguidores del Gobierno puedan participar en la trascendental reunión liberal. Pizarro, sin embargo, encontró la respuesta del senador liberal Miguel Ángel Pinto, que exigió respeto por Gaviria y le pidió a la política de izquierda no entrometerse en los asuntos liberales. “Usted es del Pacto Histórico, nosotros somos del Partido Liberal y usted en nada tiene que intervenir en nuestra convención”, le espetó.
La de este 31 de octubre será una convención como pocas en la historia del Partido Liberal. Coincide con la fecha de Halloween, y, aunque no tiene nada que ver con esa celebración, es claro que en el Centro de Convenciones de Cartagena, en donde estarán unos 800 de legados de las bases liberales, habrá espantos políticos, fantasmas de poder, espectros de influencia y espíritus electorales, porque el Partido Liberal decidirá también si sigue siendo de gobierno, pasa a la oposición o se declara en independencia. Así, con seguridad, alguien quedará muy asustado por lo que se viene para el 2026.