Autoridades determinaron que Brahian Alexander Marín, de 29 años, fue el responsable del asesinato de su pareja, una mujer de 41 años que, igual que este hombre, tenía una discapacidad auditiva y en el habla.
De acuerdo con la investigación, desde el 10 de noviembre de 2022 se desconocía el paradero de la víctima, quien fue vista por última vez en su residencia, ubicada en el corregimiento San Antonio de Prado, donde vivía con el hoy condenado.
(Vea también: Atroz asesinato sacude al Catatumbo: hallan sin vida a mujer y señalan a líder comunitario)
Una vez la mujer fue reportada como desaparecida, la Fiscalía activó el mecanismo de búsqueda urgente para tratar de ubicarla, donde la investigación demostró que el hombre habría entregado varias versiones sobre el paradero de la mujer a sus amigos y vecinos, esto, con la intención de desviar la atención de las autoridades.
Inicialmente, el hombre manifestó que su pareja había fallecido y que él mismo la sepultó. Posteriormente, señaló que sufrió un accidente de tránsito y que estaba interna en un hospital y, finalmente, que se encontraba de paseo en una finca del nordeste antioqueño.
(Vea también: A la cárcel, hombre que quiso quitarle la vida a expareja en con líquido inflamable)
Debido a estas contradicciones, la Fiscalía probó que, varias horas después de la desaparición de la mujer, este hombre fue visto cubierto de lodo y con una pala en sus manos camino hacia su vivienda. Además, según lo informado por las autoridades, también fue observado cuando botaba a la basura ropa y pertenencias de la víctima.
(Lea también: Mujer perdió la vida luego de ser atacada con cuchillo en una fiesta por su pareja)
Con información suministrada por el agresor, las autoridades exhumaron en zona montañosa del corregimiento San Antonio de Prado el cuerpo de la víctima. El cuerpo recuperado fue trasladado a Medicina Legal, donde se logró la plena identidad y la posterior entrega a sus familiares. Este hombre fue capturado en un hotel del occidente de Medellín por servidores del CTI, con el apoyo de un intérprete de lengua de señas colombiana, y fue condenado a más de 17 años de prisión.