Donald Trump, el magnate inmobiliario convertido en presidente de Estados Unidos, ha estado envuelto en una serie de escándalos a lo largo de su vida pública y privada. A continuación, un repaso de 11 de los más grandes escándalos que han marcado su carrera:
En 1991, el lujoso casino Taj Mahal de Trump en Atlantic City, Nueva Jersey, se declaró en quiebra apenas un año después de su apertura. El proyecto, en el que Trump había invertido millones, resultó ser financieramente insostenible. Esta fue la primera de varias quiebras empresariales en su carrera y marcó un antecedente en la percepción pública sobre su capacidad de gestión.
El fracaso financiero del Taj Mahal dañó la imagen de Trump como empresario exitoso, tal como lo reseña “Trump and Atlantic City: The Rise and Fall of His Casino Empire”, publicado por The New York Times.
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Este caso fue uno de los primeros escándalos públicos de Trump y marcó el inicio de una serie de controversias legales. En 1973, el Departamento de Justicia de EE. UU. demandó a Trump Management, la empresa inmobiliaria de la familia Trump, por discriminación racial. Se les acusó de negarse a alquilar apartamentos a personas afroamericanas. Aunque Trump no admitió culpa, la empresa llegó a un acuerdo que incluyó el compromiso de mejorar sus prácticas de alquiler.
Trump fue uno de los críticos más vocales en el caso de los “Central Park Five”, cinco adolescentes afroamericanos y latinos injustamente acusados de violación que sortearon un juicio histórico Nueva York. En un anuncio de periódico, Trump pidió la pena de muerte para los jóvenes, quienes años más tarde fueron exonerados por pruebas de ADN.
La postura de Trump en este caso dejó una marca negativa en su relación con comunidades minoritarias que le ha costado votos durante toda su carrera política, como lo reseñó The Guardian en el informe “Donald Trump and the Central Park Five: The Racist Myth That Will Not Die”.
En 2016, durante su campaña presidencial, se filtró un video de 2005 donde Trump, en una conversación grabada con el presentador de televisión Billy Bush, hacía comentarios vulgares sobre las mujeres. El audio generó indignación y críticas, aunque no frenó su ascenso político. Este escándalo dañó su imagen entre mujeres y resaltó su estilo controversial.
El audio fue filtrado por The Washington Post, destapando al candidato presidencial mientras hacía comentarios sobre las mujeres, diciendo que él podía hacer lo que quisiera con ellas porque es famoso: “Agarrarlas por el coño”, dijo. “Puedes hacer cualquier cosa”.
Luego de esa revelación, comenzaron a destaparse muchas acusaciones sobre acoso sexual como el caso de una periodista de People que aseguró que Trump la había agredido sexualmente. Aunque finalmente nada de esto hizo descarrilar a la campaña de Trump, pues continuó hasta ganar las elecciones un mes más tarde.
Sin embargo, el audio sí sirvió de catalizador para que acusaciones de conductas sexuales inapropiadas en la comunidad cinematográfica comenzaran a destaparse.
Durante su mandato, Trump fue investigado por la posible interferencia de Rusia en las elecciones de 2016. Aunque no se encontraron pruebas de colusión, el informe del fiscal especial Robert Mueller detalló contactos entre el equipo de Trump y representantes rusos, generando un enorme escrutinio mediático.
Las investigaciones contribuyeron a un clima de desconfianza hacia su administración, aseguró en su entonces BBC News.
De hecho, el 9 de mayo de 2017 Trump despidió a James Comey como director del FBI, justo cuando estaba en marcha la investigación del Buró sobre la interferencia de Rusia en las elecciones. El funcionario tenía bajo su responsabilidad la indagación sobre si existió colusión entre integrantes de la campaña de Trump y el gobierno ruso para interferir en las elecciones.
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La Universidad Trump, un centro educativo fundado por Trump para enseñar sobre bienes raíces, fue demandada por fraude en 2013. Los estudiantes alegaron que los cursos no cumplían las promesas de los anuncios. En 2016, Trump acordó un pago de 25 millones de dólares para resolver las demandas, como lo recuerda el New York Times.
El magnate había sido demandado por exestudiantes de la Universidad Trump, quienes habían invertido US$35.000 por estudiar en ese centro educativo para tener acceso a los “secretos” del mercado inmobiliario.
Durante la campaña electoral, Trump también fue criticado cuando dijo que el juez que llevaba el caso no podía ser imparcial por su “herencia mexicana”.
El entonces presidente de Estados Unidos estuvo envuelto en otro escándalo en 2018 cuando su Fundación Trump fue demandada por parte de la fiscal general del estado de Nueva York, Barbara Underwood, quien acusó a Trump de utilizar su fundación de caridad para pagar a sus acreedores, decorar sus clubes de golf y desviar las donaciones recaudadas en sus reuniones de campaña de 2016.
“Los ruines demócratas de Nueva York, y ahora su desgraciado (que ha salido corriendo) FG Eric Schneiderman, están haciendo todo lo que pueden contra una fundación que cogió 18.800.000 dólares, y dio a caridad más dinero que el obtenido, 19.200.000”. “No llegaré a un acuerdo en este caso”, escribió Trump en X (antes Twitter) al enterarse de la demanda.
La fundación fue finalmente disuelta y Trump y sus hijos tuvieron que reembolsar grandes cantidades.
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Trump fue sometido a un juicio político en 2019, acusado de abuso de poder y obstrucción del Congreso. Se le señaló por presionar al presidente de Ucrania para investigar a Joe Biden y su hijo.
La Casa Blanca publicó la transcripción de la llamada del presidente a su colega ucraniano, Volodímir Zelenski, el 25 de julio de 2019. En el documento se muestra cómo Trump en repetidas ocasiones presionó a Zelenski para que investigara a uno de sus adversarios políticos, el demócrata Joe Biden.
Trump fue absuelto en el Senado, pero el proceso ensombreció su presidencia.
Trump fue ampliamente criticado por su manejo de la pandemia de la covid-19. Su respuesta inicial, sus comentarios minimizando el virus, y su promoción de tratamientos no comprobados generaron controversia y afectaron la percepción de su liderazgo.
Por ejemplo, el 10 de febrero de 2020 Trump dijo: “El coronavirus va a desaparecer”. Esas fueron unas palabras que el presidente repitió a lo largo de la pandemia que devastó al mundo. La frase fue usada por primera vez cuando Estados Unidos reportó la primera muerte por covid-19, en febrero.
En ese momento, Trump aseveró ante todo el país que la pandemia acabaría cuando llegara el verano, por el calor. Médicos, expertos, científicos y autoridades sanitarias incluso gubernamentales salieron a declarar que eso no era cierto.
Luego, el 23 de abril de 2020, Trump sugirió, sin fundamento, que los científicos deberían usar luz ultravioleta dentro del cuerpo para matar la infección por covid-19 y que, incluso, el desinfectante era el gran combatiente del coronavirus, que “lo elimina en un minuto... mediante inyección en el interior, casi una limpieza”.
Tras esa frase, incluso fabricantes de desinfectantes salieron a pedir a los ciudadanos a no ingerir ni inyectarse la sustancia. Luego de varios días de polémica, Trump tuvo que hablar en público y aseveró que estaba siendo “sarcástico”.
El 6 de enero de 2021, tras un discurso de Trump alegando fraude en las elecciones, sus seguidores asaltaron el Capitolio en un intento de impedir la certificación de la victoria de Biden.
“Ganó porque la elección fue amañada. NO SE PERMITIERON TESTIGOS U OBSERVADORES DE VOTO, voto tabulado por una empresa privada de izquierda radical, Dominion, con una mala reputación y un equipo de mala calidad que ni siquiera podía calificar para Texas (¡que gané por mucho!), los medios falsos y en silencio, & ¡más!”, tuiteó Trump el 15 de noviembre.
“Vamos a caminar hasta el Capitolio. Y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas y mujeres. Y probablemente no vamos a estar animando tanto a algunos de ellos, porque nunca recuperarán nuestro país con debilidad”, dijo Trump en su mitin.
Poco después, la turba de agitadores pro-Trump atacó el Capitolio como se observó en imágenes que le dieron la vuelta al mundo.
Trump fue acusado por “incitación a la insurrección”, aunque finalmente fue absuelto, como lo recopila “The Impeachment of Donald Trump: What You Need to Know” por Associated Press.
Donald Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, específicamente relacionados con 11 facturas, 12 vales y 11 cheques, para evitar que la exestrella de cine para adultos Stormy Daniels hiciera públicas las acusaciones de un amorío con el expresidente poco antes de las elecciones de 2016.
Con el veredicto alcanzado, Trump se convirtió el 30 de mayo de 2024 en ser condenado por un delito grave. Y, si derrota a Kamala Harris, será el primer presidente en ejercicio de la historia en ser un convicto.
La ñapa: Los otros tres casos penales que enfrenta Trump y no se resolverán hasta que haya ganador de las elecciones.
Mientras el mundo está a la expectativa por el resultado de las elecciones en Estados Unidos, Donald Trump tiene un largo camino en los estrados por delante.
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Tiene tres casos penales por enfrentar:
El caso de los documentos clasificados en el que Trump estaría implicado en un posible manejo indebido de documentos clasificados.
El caso de subversión electoral federal sobre acusaciones de interferencia electoral en las elecciones de 2020.
El caso de interferencia electoral en Georgia, en el que Trump enfrenta cargos por presuntamente intentar anular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado.
Aunque Trump ya fue condenado por un caso y tiene otros tres en curso, eso no le impidió el regreso a la búsqueda de la Casa Blanca, pues la Constitución establece las normas que los candidatos deben cumplir para ser presidentes y solo hay tres condiciones para que una persona pueda ser presidente de Estados Unidos: haber nacido en Estados Unidos, haber residido en el país al menos 14 años y tener al menos 35 años de edad.
Mientras el mundo está a la expectativa por el resultado de las elecciones en Estados Unidos, Donald Trump tiene un largo camino en los estrados por delante.
Tiene casos penales por enfrentar:
El caso de subversión electoral federal sobre acusaciones de interferencia electoral en las elecciones de 2020.
El caso de interferencia electoral en Georgia, en el que Trump enfrenta cargos por presuntamente intentar anular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado.
Aunque Trump ya fue condenado por un caso y tiene otros en curso, eso no le impidió el regreso a la búsqueda de la Casa Blanca, pues la Constitución establece las normas que los candidatos deben cumplir para ser presidentes y solo hay tres condiciones para que una persona pueda ser presidente de Estados Unidos: haber nacido en Estados Unidos, haber residido en el país al menos 14 años y tener al menos 35 años de edad.