El ministro de Defensa, Iván Velásquez, desmintió en las últimas horas la versión que indicaba que Colombia estaría comprando el avión de combate JAS39 para reemplazar la flota de aviones Kfir, la cual empezó a expirar en diciembre de 2023.
“Todavía no hay una decisión. Hay muchos rumores, pero todavía no hay una declaración del Gobierno como hemos dicho. Esperamos la decisión del presidente, Gustavo Petro”, dijo Velásquez este miércoles, ante las consultas de la prensa.
La puja por el reemplazo de los Kfir es disputada por cuatro empresas: Lockheed Martin, de Estados Unidos, con sus F-16; Dassault Aviation, con su Rafale C/F3, Saab de Suecia, con su Gripen; y Eurofighter, de España. Reino Unido y Países Bajos.
En días pasados se conoció que mientras se negocia el cambio de los aviones, el Gobierno anunció una inversión adicional de 761 mil dólares para la empresa Israel Aerospace Industries (IAI), encargada del mantenimiento de la flota de aviones Kfir.
La prensa sueca, en particular el medio Ekot, aseguró sin precisar fuentes, que Bogotá se habría inclinado por los aviones tipo Gripen, lo que coincide con la decisión de la compañía Saab de establecer una línea de producción en Brasil, en asocio con Embraer y la única por fuera de territorio sueco.
EL COLOMBIANO consultó con los representantes de la empresa SAAB en Colombia, los cuales afirmaron que “no tenemos ninguna decisión oficial, son rumores de medios”.
Mientras los cazas se deterioran en los hangares de la Fuerza Aérea, el Gobierno no llega a una decisión definitiva. Al expresidente Iván Duque le interesaban los F-16 y a Petro los Rafale, pero es claro que los más baratos son los suecos.
Tal cual ha venido reportando este diario, desde 2011 la Fuerza Aérea le presentó al Gobierno un proyecto para reemplazar el escuadrón.
El gobierno de Juan Manuel Santos aplazó la compra durante sus ocho años de mandato (2010/18), prefiriendo contratar la repotenciación de las máquinas.
A su turno, el presidente Iván Duque (2018/22) llegó a tener conversaciones muy adelantadas para adquirir los F-16 de EE. UU., pero la pandemia de la covid-19 apretó los gastos del Estado y se priorizaron otros programas.
Aún así, logró que el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) aprobara una partida de 678 millones de dólares en inversión militar (Documento Conpes N°4078), con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2022.
Con ese dinero, le correspondía al gobierno de Gustavo Petro hacer la compra. Su idea inicial era adquirir una flota de 16 cazas Rafale, que luego rebajó a cuatro, lo que obligaba a Dassault Aviation a modificar las condiciones de su oferta, no solo en lo relativo a precios, sino a los aditamientos y programas offset que vienen con esa venta: software de aviónica, radares, entrenamiento y demás.
En el estudio de esas modificaciones contractuales, las partes dejaron vencer el tiempo para aplicar el Conpes y esa plata se la llevó el viento.
La situación se agravó el 29 de febrero de 2024, cuando Petro ordenó suspender la compra de armas a Israel, en respuesta a la sangrienta incursión de esa nación en la Franja de Gaza. El 1° de mayo siguiente se oficializó la ruptura total de las relaciones diplomáticas.
Ese país era uno de los proveedores estratégicos de arsenal para Colombia, desde vehículos hasta armas y equipos de telecomunicaciones para la Policía y las Fuerzas Militares.
El Gobierno había suscrito en 2022 un contrato de 6 millones de dólares para que la Industria Aeroespacial de Israel (IAI) le hiciera el mantenimiento a los Kfir hasta finales de 2024, y aunque es claro que no hay intenciones de renovarlo a mediano plazo, la Casa de Nariño tuvo que hacer un pago reciente para ampliarlo.
De la flota de 24 aviones Kfir que adquirió Colombia en los años 80, tres se accidentaron y otros tres fueron retirados del servicio a principios de este año.
Los 18 que quedan se alternan entre los talleres de los hangares y la disponibilidad operativa; de hecho, hoy solo hay siete en el aire. Se han repotenciado tantas veces, que del modelo C2 adquirido en los años 80, ahora los pilotos vuelan en C12, y aunque se han ido renovando algunas piezas, todavía tienen los viejos motores tipo phantom que se crearon para la Guerra de Vietnam.
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