La vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, expresó su desilusión el martes 5 de noviembre, durante la jornada electoral para escoger al próximo presidente del país, al observar una ventaja en los resultados para el candidato republicano, Donald Trump.
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Harris decidió posponer su discurso para el miércoles 6 de noviembre y se retiró de la Universidad de Howard, en Washington, su alma mater, donde había decidido pasar la noche electoral.
La decisión tomó por sorpresa a sus seguidores, quienes, visiblemente emocionados, abandonaron el lugar entre lágrimas, como se pudo observar en diversas imágenes.
Varios de sus simpatizantes mantuvieron la esperanza de que la candidata pudiera remontar frente a Trump a medida que avanzaba el conteo; sin embargo, algunos optaron por retirarse mientras se difundían los resultados.
Un representante de la campaña explicó: “Aún hay votos por contar y estados en los que el resultado no se ha definido. Seguiremos trabajando toda la noche para garantizar que cada voto se cuente y cada voz se escuche. Por eso, la vicepresidenta no hablará esta noche, pero lo hará mañana”.
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El portavoz añadió que Harris regresará a la Universidad de Howard el miércoles para dirigirse no solo a la comunidad de su alma mater, en la cual se graduó en 1986, sino también a los seguidores y la nación.