Durante la noche de Halloween, en el barrio Boston, de Medellín, asesinaron a Michel Rubén Álvarez Hernández, de 29 años, cuando iba a bordo de su moto. El crimen pasó desapercibido durante la celebración, pero según sus allegados, Álvarez habría sido amenazado por el Tren de Aragua tras ser vinculado con varios delitos que habría cometido usando el nombre de esta organización.
Este asesinato, sumado a otros hechos y algunos movimientos criminales en los últimos meses, darían cuenta de que esta estructura sigue interesada en entrar a la ciudad, aunque no ha podido ingresar de lleno porque el actual poder criminal local se lo ha impedido. Lo que preocupa en medio de esta dinámica son 30 homicidios de venezolanos en Medellín este año.
Algunos expertos aseguran que la presencia de esta banda venezolana se ha venido fortaleciendo durante los últimos meses, sin embargo, las autoridades locales y algunos excomandantes de la Policía Metropolitana afirman que es complejo que esta estructura se consolide en la ciudad, teniendo en cuenta su estructura criminal.
Sobre el crimen de Álvarez Hernández, de acuerdo con los reportes oficiales, se supo que habría sido amenazado hace tres meses por parte de esta organización transnacional por hechos relacionados con estafas y hurtos que habría cometido en Bogotá, Cali y en la capital antioqueña y en medio de un aparente ajuste de cuentas lo ultimaron camino a comprar comida para él y su pareja.
Un conocedor del mundo criminal señaló que a diferencia de otras zonas del territorio nacional como Cúcuta, Ipiales y Bogotá, en Medellín el Tren de Aragua no tiene un control territorial y estaría enfocado directamente a gestionar armas, escondites y en traficar estupefacientes, aunque también tendrían vínculos con proxenetismo, explotación sexual, hurtos y extorsiones. Estos últimos no se habrían comprobado plenamente por las autoridades.
Entérese: Mataron a tiros a un hombre que salía de una discoteca de El Poblado esta madrugada
El director de Corpades, Luis Fernando Quijano, explicó que su entrada a Medellín se ha hecho de manera tímida aprovechando el fenómeno migratorio de la última década. “A medida que avanzan los migrantes, el Tren de Aragua va estableciendo sus estaciones, muchas de las cuales operan en la clandestinidad. Estas estructuras se alimentan y crecen en logística, recursos económicos, armamento y conocimiento del terreno, desarrollando inteligencia sobre los territorios para aprender a controlarlos”, explicó el investigador.
Se estima que las células de esta organización en la ciudad se estarían formando con un grupo minúsculo de entre 20 y 100 personas.
En medio de esta dinámica se han registrado 30 asesinatos de venezolanos en Medellín este año. Para algunos expertos preocupa que se pasó de ataques con arma blanca en medio de riñas a planeados ataques sicariales propios de estructuras criminales.
Le puede interesar: ¿Por qué la temida banda del Tren de Aragua no ha entrado a Medellín?
Sin embargo, el excomandante de la Policía Metropolitana, general (r) Eliécer Camacho, y otro excomandante que prefirió mantener su identidad en reserva indicaron que ven poco factible que esta organización se pueda radicar en la ciudad con la misma fuerza que en otras partes del país por la forma como las estructuras delincuenciales de Medellín operan.
“La dinámica criminal de Medellín es muy distinta a la de otras ciudades, porque hay organizaciones muy consolidadas y fortalecidas que impedirían que otras organizaciones lleguen a invadir y a afectar sus rentas criminales”, explicó el general (r) Camacho.
Hasta el momento, las autoridades de Medellín no se aventuran a confirmar que haya presencia de esta organización, aunque sí reconocen extraoficialmente que algunas organizaciones conformadas por extranjeros estarían usando este nombre para generar temor entre sus víctimas, principalmente en el Centro.
Sobre esta banda, nacida en el estado venezolano de Aragua y que tiene presencia criminal en Perú, Chile, México y Estados Unidos, los expertos afirmaron que la idea de consolidarse en Medellín es que pueda posicionarse como “un actor hegemónico que compita con cárteles mexicanos, mafias europeas y organizaciones criminales americanas”.
Ante este panorama, cada vez son más recurrentes los homicidios de extranjeros que se le atribuyen, así sea de dientes para adentro, a esta estructura, que quiere comer del pastel criminal local, uno de los más atractivos para la delincuencia nacional e internacional.